A todos nos entra una absurda obsesión con cambiar en Septiembre. Las vacaciones nos han servido para desconectar y descansar. Sin embargo, llega Septiembre y la vuelta a la rutina nos trae de cabeza. La mayoría de nosotros nos planteamos numerosos cambios que son difíciles de llevar a cabo: apuntarnos al gimnasio, ponernos a dieta, apuntarnos a inglés, pasar más tiempo en pareja, conocer a más gente, hacer actividades nuevas, etc.
Cuando en consulta me comentan todos estos nuevos cambios “ a la vez” les indico que es IMPOSIBLE. Debemos de tener en cuenta que nos cuesta mucho cambiar y no podemos hacerlo todo en un mes. Adquirir nuevas rutinas implica mucho esfuerzo y energía.
Para que no llegue Octubre y no hayamos cumplido absolutamente nada de lo que nos propusimos debemos centrarnos en la planificación y organización de cada uno de los cambios que nos hemos propuesto, teniendo en cuenta que los iremos llevando a cabo de forma progresiva.
¿Cómo podemos hacerlo?
- PLANIFICACIÓN: ¿Qué hábitos quiero cambiar? ¿Cuáles quiero mantener? ¿Qué actividades quiero empezar? ¿Qué necesito para poder llevar a cabo estos cambios?
Cuando tengas todas estas preguntas con sus respuestas. Coge un calendario y planifica los diferentes cambios (espaciados en el tiempo).
A todos nos gusta, conseguir todo “ya” pero, cambiar lleva tiempo y si lo haces de esta manera conseguirás mantener los cambios de forma que pasen a convertirse en rutinas de tu vida.
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