¿Cómo te sientes cuando tienes ansiedad? ¿Sientes dolor de cabeza, te cuesta pensar o respirar? ¿Sientes que tu corazón te late muy rápido y fuerte? Sí, efectivamente todos estos síntomas se corresponden a un cuadro ansioso.
A lo largo del post vamos a hablar de diferentes estrategias para que aprendas a convivir con tu ansiedad. Te recomiendo además, pasarte por el apartado de post en la web de “ansiedad” donde vas a encontrar muchísima más información.
¿Qué es la ansiedad?
Los trastornos ansiosos son muy comunes en la actualidad y si no aprendemos a gestionar esos síntomas, pueden llegar a incapacitarnos e impedirnos llevar una vida normal. En numerosos casos ese sentimiento es ocasionado por la sensación de que “debemos-tenemos” que enfrentarnos a un peligro. Lo que provoca en nuestro cuerpo la necesidad de protegernos, evitar la amenaza o enfrentarnos a esa situación que vivimos como una amenaza (incluso siendo poco probable que realmente se produzca).
La ansiedad es una emoción provocada por nuestros pensamientos que genera situaciones y escenarios ficticios que, aunque no hayan ocurrido nos resultan amenazantes y, por tanto, los percibimos como una amenaza real. Este miedo (que puede ser más o menos racional) puede llegar a ocasionar un ataque de pánico en la persona.
Tenemos que diferenciar entre miedo y ansiedad. El miedo es ocasionado por una circunstancia real, por una situación que ocurre en el presente. En cambio, la ansiedad se suele experimentar de cara a futuras posibles situaciones siendo estas poco reales en la mayoría de las ocasiones. Es decir, la ansiedad se vive en el futuro. Por ello, es fundamental que aprendamos a gestionarla en aquellos casos en los que no esté justificada.
Es decir, la manera de aprender a gestionar ese sentimiento de incertidumbre y ansiedad es aprender a diferenciar cuándo tienen una razón de ser y cuándo no. Por otro lado, también va a ser fundamental comprender que es importante no paralizarnos ante escenarios futuros que no podemos controlar, ya que realmente no sabemos si van a producirse.
Y entonces, ¿por qué apareces?
Para poder hablar y relacionarte con tu ansiedad (Ativan), es fundamental que entiendas cómo funciona tu ansiedad y de dónde viene. La ansiedad, es una extensión del estrés. El estrés nos ayuda a protegernos de ciertos estímulos que pueden perjudicarnos.
Y dicho esto, ¿el estrés es malo? Pues obviamente depende, sí y no. El estrés se suele activar en aquellas situaciones en las que tiene que hacerlo. Es decir, se activa ante algunas situaciones en las que aparece una señal de alarma para protegernos.
Ajustemos entonces nuestra “señal de alarma”.
¿Qué necesita tu cuerpo cuando empieza a ver “señales de alarma” en sitios donde realmente no las hay?
Una opción que sería fundamental es buscar un profesional que te ayude a gestionar el problema de forma completamente individualizada. Mediante la terapia psicológica vas a comprender cómo funciona tu mente para poder gestionar esos síntomas ansiosos que tanto malestar te producen. Sin embargo, quiero recordarte que para que esto funcione vas a necesitar esforzarte, trabajar e implicarte en el proceso terapéutico.
Afrontar situaciones: con o sin ansiedad.
Ten en cuenta que las emociones te están dando información. Por ello, es fundamental que seas consciente cómo funcionan esas emociones para que no te vuelvan a bloquear.
Por ejemplo, imagina que tienes una reunión donde tienes que exponer un tema importante. Cuando visualizas la sala empiezas a sentir nervios, malestar, sudoración, taquicardia, etc. En cambio, otra persona cuando visualice esa situación puede sentir que es una buena oportunidad para comunicar todo lo que lleva preparando durante meses y disfrutaría de la situación.
Entonces, ¿dónde está la diferencia? En la manera en la que enfocamos la situación.
Es decir, nuestro cerebro a veces tiende a interpretar señales del entorno como amenazantes y aprieta ese botoncito de “señal de alarma”. Sin embargo, esta alarma tiende a amplificar los pensamientos distorsionados y negativos, lo cual nos lleva a aumentar los síntomas ansiosos.
Herramientas para gestionar tu ansiedad.
A través de la terapia psicológica vas a conocer cómo funciona tu mente y qué “botones” están sobreexcitados y con cuáles puedes conectar para conseguir la armonía contigo misma.
En nuestra consulta, exploraremos de forma individualizada tu caso de forma que podamos profundizar en:
- Qué está provocando tu ansiedad.
- Explorar qué potencialidades y fortalezas tienes, y podemos poner en practica para gestionar tu ansiedad.
- Trabajaremos en técnicas y herramientas especificas para que puedas aprender a gestionarla.
De esta manera conseguirás:
- Reconciliarte con tu ansiedad, viviéndola como una emoción más y no como tu gran enemiga.
- Aprenderás a identificar los factores predisponentes y precipitantes que te llevan a esos estados ansiosos.
- Te encontrarás en un estado de mayor armonía lo que te ayudará a gestionar las situaciones ansiosas desde un lugar más calmado y sin sentir que te sientes desbordada.
- Conocerás qué herramientas te funcionan para relacionarte con tu ansiedad.
Sólo recordarte que en numerosas ocasiones me encuentro personas que llevan sufriendo ansiedad muchísimo tiempo, ocasionándole un fuerte impacto en su vida. Aprender a relacionarte con ella y trabajar en pautas especificas va a mejorar tu calidad de vida. Pide ayuda psicológica para trabajar en ti y cuidarte!
Comentarios