No quieres mirarte al espejo. Te da miedo hacerte fotos y lo evitas a toda costa. Odias las redes sociales ya que acabas comparándote. Te horroriza ir de compras. Sientes que no te quieres y que no tienes nada de amor por tu cuerpo.
El cuerpo, entendido como una entidad física que nos permite actuar sobre el mundo externo es una parte fundamental de nosotras mismas. Además, junto con nuestros pensamientos y emociones forman nuestra globalidad como personas.
Vivimos en una sociedad en la que los cánones de belleza y la percepción errónea de lo que es salud nos llevan a odiar a nuestro cuerpo.
Comprender el cuerpo
Para poder cuidar y respetar a nuestro cuerpo es fundamental que empecemos por entenderlo. Tu cuerpo no es un enemigo que quiere hacerte daño, pero es importante que aprendas a entenderlo y a interpretar sus señales.
Aún sin cuidarlo lo suficiente, tu cuerpo es esa barrera que te protege. En muchas ocasiones somos nosotros mismos los que perjudicamos y tratamos mal a nuestro cuerpo: alimentándonos de forma poco saludable, realizando dietas estrictas y/o practicando mucho o poco ejercicio físico…
Ese cuerpo al que odias y no quieres verlo en el espejo, ese cuerpo al que escondes, ese cuerpo que evitas mostrar te va a acompañar el resto de tu vida.
¿Cómo influye la moda y los medios de comunicación en nuestra autoestima?
Los medios de comunicación, las redes sociales, la publicidad y la sociedad en general tienen tanto poder como para lograr que muchas personas se sientan mal a nivel corporal y se embarquen en dietas estrictas y ejercicio físico excesivo. Con el objetivo de entrar en esos cánones de belleza de modelos y actrices.
Sin embargo, ¿qué significado tiene el concepto de “belleza”? Este concepto va evolucionando a lo largo del tiempo. Por ejemplo, durante el Renacimiento el concepto de belleza se asociaba a mujeres voluminosas y hoy esas mismas mujeres entrarían en la etiqueta de “tallas grandes”.
Obviamente la moda y la sociedad nos impone ciertos cánones, pero más allá de estos, lo cierto es que el cuerpo es la única herramienta que contamos para vivir. Todos mejoraríamos o cambiaríamos alguna parte. Pero esto no significa que tengamos que despreciarlo.
¿Te gusta tu cuerpo?
Una amplia parte de la población está disconforme con su cuerpo. Las personas más delgadas quieren estar más corpulentas, a otras les gustaría tener un cuerpo más estilizado, las personas bajitas les gustaría ser más altas y las altas no serlo tanto…
Insisto: ¿Te gusta tu cuerpo? Si la respuesta es “no”, te invito a que reflexiones conmigo: “¿Por qué no te gusta?, ¿Qué te lleva a no estar feliz con él?, ¿Crees que hay alguna manera de mejorar aquello que no te gusta?, ¿Qué aspectos de tu cuerpo si te agradan?, ¿Las partes que no te gustan son porque te comparas con otros?”.
Aceptación corporal
Aceptar significa trabajar en quererte. Aceptar significa entender que detrás de todo ese odio hay mucha belleza. Te invito a que te pongas delante del espejo (a ser posible sin ropa), observa tu cuerpo, analiza cada milímetro de tu cuerpo, presta atención a qué sensaciones te produce. Es habitual que los primeros minutos sientas rechazo, pero pasados esos minutos iniciales te habituaras a observar tu cuerpo. Ve observando cada parte de tu cuerpo deteniéndote algunos minutos en cada una de ellas. Detente más tiempo en aquellas partes que más te agraden.
A continuación, sigue por las zonas que no sean de tu agrado. Te invito a trabajar tu voz compasiva y no criticar esas partes, sino trabajar en un discurso de aceptarlas. Es un momento complicado, pero busca tu voz más compasiva.
Observa tus ojos, tu mente, tus brazos, tu barriga, tu nariz…. Encuentra la perspectiva justa para tu cuerpo desde la voz compasiva y no desde el juicio.
Otro ejercicio que puedes realizar para aprender a observarte es prestar atención a lo que hace nuestro cuerpo en algunos momentos. Por ejemplo, puedes observar tu cuerpo en la ducha o cuando haces deporte, y observar las sensaciones que se producen en el.
Por último, te invito a que reflexiones que todos tenemos un cuerpo con sus irregularidades, sus formas, sus tamaños… Eres mucho más que el envase que te envuelve.
Si crees que tienes dificultades para aceptar tu cuerpo y que esto ocasiona dificultades en tu vida y te genera malestar, no dudes en contactar conmigo a través del formulario. Te puedo acompañar a aprender a quererte.
El cuerpo, entendido como una entidad física que nos permite actuar sobre el mundo externo es una parte fundamental de nosotras mismas. Además, junto con nuestros pensamientos y emociones forman nuestra globalidad como personas.
Vivimos en una sociedad en la que los cánones de belleza y la percepción errónea de lo que es salud nos llevan a odiar a nuestro cuerpo.
Comprender el cuerpo
Para poder cuidar y respetar a nuestro cuerpo es fundamental que empecemos por entenderlo. Tu cuerpo no es un enemigo que quiere hacerte daño, pero es importante que aprendas a entenderlo y a interpretar sus señales.
Aún sin cuidarlo lo suficiente, tu cuerpo es esa barrera que te protege. En muchas ocasiones somos nosotros mismos los que perjudicamos y tratamos mal a nuestro cuerpo: alimentándonos de forma poco saludable, realizando dietas estrictas y/o practicando mucho o poco ejercicio físico…
Ese cuerpo al que odias y no quieres verlo en el espejo, ese cuerpo al que escondes, ese cuerpo que evitas mostrar te va a acompañar el resto de tu vida.
¿Cómo influye la moda y los medios de comunicación en nuestra autoestima?
Los medios de comunicación, las redes sociales, la publicidad y la sociedad en general tienen tanto poder como para lograr que muchas personas se sientan mal a nivel corporal y se embarquen en dietas estrictas y ejercicio físico excesivo. Con el objetivo de entrar en esos cánones de belleza de modelos y actrices.
Sin embargo, ¿qué significado tiene el concepto de “belleza”? Este concepto va evolucionando a lo largo del tiempo. Por ejemplo, durante el Renacimiento el concepto de belleza se asociaba a mujeres voluminosas y hoy esas mismas mujeres entrarían en la etiqueta de “tallas grandes”.
Obviamente la moda y la sociedad nos impone ciertos cánones, pero más allá de estos, lo cierto es que el cuerpo es la única herramienta que contamos para vivir. Todos mejoraríamos o cambiaríamos alguna parte. Pero esto no significa que tengamos que despreciarlo.
¿Te gusta tu cuerpo?
Una amplia parte de la población está disconforme con su cuerpo. Las personas más delgadas quieren estar más corpulentas, a otras les gustaría tener un cuerpo más estilizado, las personas bajitas les gustaría ser más altas y las altas no serlo tanto…
Insisto: ¿Te gusta tu cuerpo? Si la respuesta es “no”, te invito a que reflexiones conmigo: “¿Por qué no te gusta?, ¿Qué te lleva a no estar feliz con él?, ¿Crees que hay alguna manera de mejorar aquello que no te gusta?, ¿Qué aspectos de tu cuerpo si te agradan?, ¿Las partes que no te gustan son porque te comparas con otros?”.
Aceptación corporal
Aceptar significa trabajar en quererte. Aceptar significa entender que detrás de todo ese odio hay mucha belleza. Te invito a que te pongas delante del espejo (a ser posible sin ropa), observa tu cuerpo, analiza cada milímetro de tu cuerpo, presta atención a qué sensaciones te produce. Es habitual que los primeros minutos sientas rechazo, pero pasados esos minutos iniciales te habituaras a observar tu cuerpo. Ve observando cada parte de tu cuerpo deteniéndote algunos minutos en cada una de ellas. Detente más tiempo en aquellas partes que más te agraden.
A continuación, sigue por las zonas que no sean de tu agrado. Te invito a trabajar tu voz compasiva y no criticar esas partes, sino trabajar en un discurso de aceptarlas. Es un momento complicado, pero busca tu voz más compasiva.
Observa tus ojos, tu mente, tus brazos, tu barriga, tu nariz…. Encuentra la perspectiva justa para tu cuerpo desde la voz compasiva y no desde el juicio.
Otro ejercicio que puedes realizar para aprender a observarte es prestar atención a lo que hace nuestro cuerpo en algunos momentos. Por ejemplo, puedes observar tu cuerpo en la ducha o cuando haces deporte, y observar las sensaciones que se producen en el.
Por último, te invito a que reflexiones que todos tenemos un cuerpo con sus irregularidades, sus formas, sus tamaños… Eres mucho más que el envase que te envuelve.
Si crees que tienes dificultades para aceptar tu cuerpo y que esto ocasiona dificultades en tu vida y te genera malestar, no dudes en contactar conmigo a través del formulario. Te puedo acompañar a aprender a quererte.
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