Cuando las personas acuden a terapia siempre me escuchan decirles “no puedes ser feliz sin amarte a ti mismo”. Siempre lo digo así de claro ya que esa es la realidad. Piensa que si tú no te respetas a ti mismo, si no te tratas bien, si no te quieres ¿cómo van a hacerlo los demás? Otra de las reflexiones que suelo hacer es ¿cómo vas a poder aceptar el amor que los demás te den, si tú mismo no te amas?
¿Cómo definiríamos amarte a ti mismo?
Amarte a ti mismo es aceptar de verdad quién eres con tus luces y tus sombras. Es importante que tengamos en cuenta que no se trata sólo de quererte cuando eres espectacular sino sobre todo hacerlo también cuando te equivocas y cometes errores. No se trata de ser perfecto o de ser la mejor versión de ti mismo, sino de ser quien realmente eres. Es también estar dispuesto a desarrollar todo tu potencial, a no conformarte con ser menos de lo que vales. Es importante que nos demos cuenta de que hablamos de “ser”, no de “hacer”. Debemos ser conscientes de que lo que hacemos influye de forma pequeña en nuestra autoestima. Influye en la medida en la que ese “hacer” desarrolla tus cualidades internas y potencialidades.
¿Qué cosas destruyen nuestro amor propio?
Muchas veces no somos conscientes de aquellos comportamientos que son nocivos para nosotros mismos, algunos incluso los realizamos de forma inconsciente.
Algunas conductas que destruyen nuestro amor propio son: criticarte en exceso sin valorar oportunidades de mejora, victimizarte y juzgarte, vivir la vida que otros quieren con la que tu no estás de acuerdo, descalificarte frente a cualquier situación, tener creencias arraigadas que no queremos soltar y nos impiden cambiar, escuchar solo lo negativo, etc.
Claves para amarte a ti mismo
Las personas con amor propio tienen pensamientos propios, sienten de forma saludable, no necesitan sobresalir para hundir a los demás. Se muestran sólidos en sus convicciones y en expresar sus necesidades.
Estas personas logran conectar con los demás de forma alegre y suelen disfrutar. Muestran habilidades de resilencia y son capaces de poner límites y respetar a los demás.
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Existen algunos pasos que te pueden ayudar a mejorar tu amor propio, a continuación te muestro algunos de ellos:
- RESPÉTATE:
El punto de partida es considerarnos como un ser valioso, con numerosas cualidades y siendo consciente de aquellos aspectos que tienes que mejorar. Recuerda: si tú no te respetas tampoco lo harán los otros.
- CONOCETE A TI MISMO:
Siempre insisto en este punto. Una persona que no se conoce a sí mismo no puede amarse plenamente porque no sabe realmente quién es. Es fundamental realizar un trabajo de introspección para conocer nuestras luces y nuestras sombras. Para conocerte puedes acudir a terapia psicológica ya que de esta manera obtendrás una mirada objetiva del profesional que te ayuda a ver esos aspectos que a ti te pasarían desapercibidos.
Ser consciente te ayudará a desarrollarte y obtendrás un mayor conocimiento de quién eres y para qué estás en el mundo.
- TRATÁTE CON AMABILIDAD:
En numerosas ocasiones somos nuestros peores enemigos. Se trata de cuidarnos y protegernos. La premisa que deberíamos seguir es tratarnos con amabilidad en todas las ocasiones. ¿Crees que te ayuda en algo criticarte cuando te equivocas o haces algo mal? Puedes reconocer el error, pero sin crítica destructiva.
- ALÉJATE DE LO QUE TE HACE DAÑO:
Cuando tienes amor propio eres capaz de poner límites sin ser desagradable. En aquellas ocasiones en las que es necesario poner límites con firmeza porque eres consciente de que hay umbrales que no vas a permitir.
- RECONÓCETE POR TUS LOGROS:
La persona con amor propio registra sus logros y se felicita por ellos. No teme en reconocer a los demás y siente gratitud por todas las situaciones de su vida.
- SÉ SUAVE CON TUS JUICIOS HACIA TI MISMO:
Otro de los aspectos clave es el saber perdonarte y perdonar. Generalmente las personas aprendemos a perdonar los hechos. Sin embargo, quien tiene amor propio aprende también a perdonar el juicio hacia uno mismo. Se trata de un juicio muy sutil. Empieza por ser consciente de esos pequeños juicios que realizas hacia ti mismo.
- SANA LAS HERIDAS EMOCIONALES:
Es complicado quererse si sientes dolor emocional. Todos tenemos heridas emocionales, la diferencia entre las personas es que algunas consiguen sanar esas heridas y otras personas siguen sufriendo por ello.
- CAMBIA TU DIALOGO INTERNO:
Es fundamental que dejes de hablarte de un modo negativo. Muchas veces tenemos interiorizadas las voces de personas que no nos trataron bien, incluso que nos menospreciaron de alguna manera. Recuerda que cada vez que te hablas mal o te automenospecias estás queriéndote menos y estas perpetuando ese discurso negativo.
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