¿Cómo afecta la ansiedad a nuestro cuerpo?

Sentir ansiedad ocasionalmente forma parte de la vida. Sin embargo, cuando esta emoción se instaura en nuestro cuerpo y no sabemos gestionarla podríamos decir que estaríamos ante los trastornos de ansiedad. Con frecuencia las personas que los padecen presentan preocupaciones y miedos intensos, excesivos y persistentes sobre situaciones cotidianas. Es común que en los trastornos de ansiedad se presenten episodios de sentimientos repentinos de ansiedad y miedo intenso que alcanzan un máximo en cuestión de minutos a esto lo llamamos ataques de pánico.

Como es lógico, estos sentimientos interfieren en las actividades cotidianas de las personas que lo padecen. Les resulta complicado gestionar este tipo de emociones y son completamente desproporcionadas si lo comparamos con el peligro real.

Algunos de los trastornos de ansiedad más comunes son: trastorno de ansiedad generalizada, fobia social, fobias especificas y agorafobia.

El tratamiento psicológico (Xanax) ayuda a gestionar este tipo de situaciones logrando que la persona pueda gestionar estas situaciones de forma más saludable y, como consecuencia disminuyendo su malestar.

Pero, ¿Qué ocurre en nuestro cuerpo cuando hemos experimentado de forma crónica ansiedad?

La ansiedad como ya os he contado muchas veces no es ni buena ni mala. Sin embargo, cuando no sabemos gestionarla es habitual que genere ciertas consecuencias a nivel corporal. La ansiedad nos permite resolver y actuar en numerosas ocasiones. Nuestro cuerpo reacciona consiguiendo que estemos en alerta y que nuestro cuerpo esté preparado para usar todos nuestros recursos con el fin de resolver la situación que se nos plantea. Recuerda que una situación estresante no tiene porqué ser negativa.

Sin embargo, cuando estas respuesta ansiosas son intensas y se mantienen en el tiempo, como hemos comentado suelen acabar provocando trastornos de ansiedad y, además provocan consecuencias a nivel somático del tipo: dolores de cabezas, tensión arterial elevada, tensión muscular, reacciones cutáneas, problemas digestivos, etc.

Consecuencias de la ansiedad a nivel corporal:

  1. Problemas de garganta: que la voz se vuelva ronca suele ser una reacción inmediata a situaciones de estrés. La explicación es la siguiente: cuando alguien presenta ansiedad los fluidos se desvían hacia zonas fundamentales del cuerpo, lo que ocasiona espasmos en los músculos de la garganta. Ocasionando en la persona rigidez, dificultad al tragar y sensación de tener la garganta reseca.
  2. Reacciones cutáneas: el cambio en el flujo sanguíneo provoca sudor frio o enrojecimiento de las mejillas. Estas suelen ser respuestas automáticas e inmediatas ante situaciones de ansiedad. El sistema nervioso simpatico envia mucha más sangre a los músculos provocando reacciones en la piel, en la transpiración de la misma y aumento de la histamina que puede dar lugar a inflamaciones.
  3. Tensión muscular: cuando sentimos ansiedad el cuerpo se tensa de forma natural, creando presión en los grupos musculares más amplios de nuestro cuerpo. Cuando esa ansiedad se ha mantenido de forma crónica estos síntomas empeoran dando lugar a dolores de cabeza, rigidez en los hombros, dolor en el cuello e incluso migrañas tensionales.
  4. Problemas cardiovasculares: las personas que padecen de forma crónica ansiedad o estrés tienen mayor riesgo de presentar problemas cardiovasculares debido al aumento constante del ritmo cardiaco y de elevada presión sanguínea, que además ocasiona un aumento del cortisol. El estrés y la ansiedad a largo plazo, están relacionadas con la hipertensión, arritmias, los derrames y los ataques de corazón.
  5. Problemas inmunitarios: la exposición a ansiedad crónica puede causar numerosos problemas en nuestro sistema inmune, debilitando sus funciones. Numerosos estudios señalan que cuando hemos estado estresados tenemos muchas más posibilidades de acatarrarnos y somos más susceptibles a las infecciones o a la inflamación.
  6. Problemas digestivos: el estrés y la ansiedad crónica provocan consecuencias en nuestro sistema digestivo. Afectando a la absorción de nutrientes, pudiendo provocar numerosos problemas: hinchazón, diarrea, pérdida de peso, sobrepeso, etc. Tengamos en cuenta que la liberación constante de cortisol en el flujo sanguíneo afecta a la sensibilidad a la insulina.
  7. El cerebro: como sabemos la reacción más común ante la ansiedad es la respuesta psicológica a dicha condición. Se nos olvida que afecta a determinadas áreas cerebrales que influyen en nuestra memoria a corto y largo plazo. Además, experimentar esta situación de forma sostenida en el tiempo como hemos visto afecta a otros sistemas de nuestro organismo, generando reacciones físicas como la fatiga y el desgaste físico.
  8. Insomnio:el cuerpo regula nuestra producción de cortisol para que nuestros biorritmos se ajusten al ciclo diario. En condiciones normales nuestro organismo produce mayores niveles de cortisol por la mañana para activarnos, y menores por la noche para que podamos descansar y recuperemos la energía que nuestro cuerpo necesita. Sin embargo, la ansiedad y el estrés prolongados alteran la producción de cortisol dificultando que podamos conciliar el sueño y dar a nuestro la dosis diaria de descanso que necesita.
  9. Disfunción sexual: las preocupaciones crónicas reducen el deseo sexual de la persona. Así mismo, tanto la ansiedad como el estrés se relacionan con problemas de fertilidad.
  10. Aumento del nivel de azúcar en sangre: una de las principales funciones del cortisol es que el hígado libere mayor cantidad de glucosa para alimentar a los músculos. Si este aumento es prolongado puede dar lugar a una resistencia a la insulina, provocando la aparición de diabetes tipo II.

Estas son 10 de las razones por las que debemos aprender a gestionar la ansiedad para cuidar a nuestro cuerpo. Además, súmale la sensación de tristeza, inseguridad, desanimo, falta de autoestima y muchas otras consecuencias a nivel psicológico.

Tengo una buena noticia. Nuestro cuerpo es una máquina muy agradecida y, a poco que empieces a ocuparte de él va a recuperarse de ese desgaste y vas a empezar a sentirte mejor. Trabaja en aprender a gestionar tus emociones para lograr mayor bienestar y felicidad. No dudes en contactar conmigo para que pueda ayudarte en este proceso y puedas resolver tus problemas de ansiedad. Lograrás una vida plena y saludable a nivel físico y emocional.

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