¿Crees que en Navidad hay más conflictos familiares? ¿Sientes que no sabes cómo gestionar esos conflictos? A lo largo del post vamos a ver cómo podemos afrontar estas crisis de familia durante la época navideña.
A pesar de que la Navidad suele ser una época en la que solemos sentir emociones positivas, la realidad es que existen personas que temen esa época del año. La principal razón es la mala relación con alguno de los miembros de la familia. De esta forma, cuando llegan las Navidades sienten malestar debido a la no gestión de esos conflictos.
Todos desearíamos tener unas navidades como en los anuncios. Sin embargo, la realidad es bien distinta y en ocasiones dista mucho de esa ficción publicitaria. Si es tu caso y prevés conflicto quédate a leer el post para aprender a gestionarlos y manejar la ansiedad que te generan.
Las diferentes caras de la Navidad.
La Navidad es un tiempo de vacaciones, donde habitualmente compartimos momentos felices con nuestros seres queridos, con nuestros amigos y familia, es tiempo de ilusión, de celebraciones, de regalos, etc. Suelen ser fechas especiales en la que muchas familias se reúnen y, es una fuente de experiencia y de convivencia, con momentos de inolvidables, de aprendizajes y de valores. En especial, es una época de gran ilusión para los niños y los mayores.
Sin embargo, la Navidad también puede ser una época de estrés: por las compras, por la preparación de las diferentes comidas y cenas, por las prisas, etc. Es habitual que surjan conflictos, discusiones, preocupaciones o roces. Igual te suenan estas fuentes de estrés: ¿Quién organiza y prepara el menú navideño?, ¿Quién se encarga de comprar los regalos?, ¿Quién decora la casa?, ¿En qué fechas vamos a casa de la familia política y de la familia propia?, ¿A quién invitamos a nuestra casa?,¿Cuánto gastamos en los regalos? etc.
Es decir, suelen surgir numerosos desacuerdos y los sentimientos se intensifican. Además, hay que tener en cuenta que es un momento donde los gastos suelen ser excesivos y las expectativas son muy altas lo cual genera ansiedad y estrés. Así mismo, sueles pasar más tiempo con algunos miembros de tu familia con los que tienes roces o conflictos.
¿Por qué se producen los conflictos familiares en Navidad?
No es que se produzcan estos conflictos en Navidad, es que ya existen. Probablemente desde hace bastante tiempo. Aunque seamos de la misma familia, es muy probable que opinemos de forma diferente en temas que son importantes para nosotros, que tengamos sentimientos y valores diferentes.
Vivimos en una sociedad que no se caracteriza por enseñar a comunicarnos de una forma asertiva. Es muy habitual que pensemos que el conflicto y la agresividad es la forma correcta de abordar los desacuerdos. Si a esto le unimos el alcohol (muy habitual en este tipo de encuentros familiares) la combinación puede ser muy explosiva.
¿Qué puedo hacer cuando surgen los conflictos?
Lo primero de todo es importante que identifiques cuáles son los temas por los que suelen surgir estos conflictos. A continuación, te cuento algunos ejemplos de conflictos comunes que suelo ver en consulta:
- Gastos: es una de las principales fuentes de discusión. Para ello, es importante que puedas prever los gastos extras que generan estas épocas y pactes un presupuesto. Anticipar las compras, los regalos, y no dejarlo todo para ultima hora es algo que suele generar alivio.
- Reparto de tareas y responsabilidades: en estas épocas surgen muchas tareas y responsabilidades. Por ello, negociar las distintas actividades y llegar a acuerdos es fundamental para tener un buen clima familiar. Es decir, no cargar de responsabilidades y tareas en una sola persona.
- Actitud abierta: mantener una actitud abierta en la convivencia con nuestros familiares va a ayudarnos a no entrar en discusiones. Por ejemplo, cuando haya algún foco de conflicto es importante que desvíes la atención a otros temas neutros.
- Expectativas altas: asumir que en Navidad no se arreglan los problemas familiares y que no se trata de un anuncio de turrón. Es decir, si has tenido algún problema con algún familiar no esperes a esta época del año para solucionarlo.
- Comunicación: trabajar durante todo el año en una comunicación asertiva, abierta y positiva, sin juzgar a los demás ya que no conoces sus intenciones. Así como, trabajar en una escucha activa.
- Empatía: ponte en el lugar de tus familiares. En respetar su forma de sentir, pensar y actuar. Es la base principal de tener inteligencia emocional. Hay que asumir que en los conflictos cada uno tenemos una percepción de la realidad y que nadie estamos en la posesión de la verdad absoluta.
Herramientas para una buena convivencia familiar en Navidad.
Como hemos comentado a lo largo del post, es fundamental para manejar estas fiestas y la convivencia familiar tener unas expectativas realistas de la situación. Dedica tiempo a recordar qué es lo importante para ti en estos días, intentando alejarte del ambiente consumista y del derroche que solemos hacer en esta época.
Puedes buscar tiempo para ti misma ya que te va a ayudar a rebajar las tensiones familiares, ya que el exceso de las relaciones sociales puede provocarnos una gran tensión.
Otro aspecto a tener en cuenta de cara a los encuentros familiares es que si sabemos que dos miembros de la familia no tienen una relación buena es mejor que se sienten en lugares opuestos de la mesa. De forma que se mantengan ciertas distancias con aquellos con los que tenemos más conflictos y pasemos tiempo con aquellos con los que tenemos más afinidad. Así como, en estos encuentros debemos evitar hablar de temas conflictivos que es probable que acaben en discusión (por ejemplo, temas políticos, religiosos, económicos, etc). No entrar al trapo en esos “temas candentes” ya que pueden provocar tensión o irritabilidad en la mesa. Por ello, mantener la calma, salir de la habitación si sientes tensión y respirar profundamente. Piensa que no merece la pena entrar en este tipo de polémicas ya que no vas a solucionar el mundo.
Así mismo, otro aspecto clave es evitar las bromas con doble intención, ya que están cargadas de indirectas y frustración.
Otro aspecto importante, es tener cuidado con el alcohol. El alcohol es un desinhibidor y puede hacer que digamos cosas que no queremos.
Respecto a las parejas, tenemos que comprender que la relación de nuestra pareja con su familia no tiene por qué ser como la que tenemos nosotras con nuestra, y evitar comparaciones.
Por último, no toleres las faltas de respeto pero no contra ataques. Es decir, si ves que la situación se pone tensa, acorta tu estancia en la reunión familiar. Si esto no puedes hacerlo, intenta buscar temas de conversación neutros o propón alguna actividad distractora.
Navidades felices.
Date permiso para vivir unas fiestas felices y recuerda: el cambio parte de ti. Si tu decides ser feliz vas a contagiar a los de tu alrededor y si alguno se aleja, es que tiene que ser así. Es importante que te rodees de personas que te quieren, que te hagan sentir en paz y bien contigo misma y con los de tu alrededor.
Recuerda: tu decides el guión de tu vida y tú decides pasar unas felices Navidades. Has decidido formar tu propia familia, con tus propios valores, normas y tus limites. Si tu familia te hace daño, no es momento de arreglar esta situación. Elige pasar unas navidades con aquellos que te aporten tranquilidad y bienestar, rodéate de aquellos que te aporten estas emociones.
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