Desarrollar una autoestima sana es fundamental para construir una vida con sentido. En primer lugar, es importante que conozcamos ¿Qué es la autoestima? En resumen la autoestima es una conjunción de sentimientos que van de nosotras hacia nosotras mismas.
Walter Riso, experto en autoestima comenta que se sostiene sobre cuatro pilares: el autoconcepto, la autoimagen, el autorefuerzo y la autoeficacia. Es decir, si consideramos que valemos y que, a pesar de nuestros errores tenemos la capacidad de mejorar, nuestra proyección de esos sentimientos será buena y nuestra autoestima estará sana. Sin embargo, si nos parece que valemos poco y no creemos que somos personas útiles, el efecto va a ser el contrario. Si utilizamos esta forma para observarnos a nosotros mismos es muy probable que tengamos una autoestima baja.

¿Cómo podemos desarrollar una autoestima sana?
La autoestima se va desarrollando durante nuestra infancia y adolescencia, partiendo de la valoración que hacen los demás. Es importante que tengamos en cuenta que la autoestima que vamos construyendo, sea alta o baja, no es determinante ni tiene porqué ser así toda nuestra vida. Durante la edad adulta, somos nosotras las dueñas de nuestra vida y, por tanto, podemos reconducir y modelar la autoestima.
Algunas claves que puedes tener en cuenta para modelarla son las siguientes:
- No te centres en las críticas personales: ten en cuenta que numerosas personas no saben formular las críticas. Es decir, no señalan actitudes que les pueden parecer incorrectas, sino más bien atacan y denigran a la persona en cuestión. La clave está en cómo vamos a reaccionar ante ello. Tenemos que entender que la persona que verbaliza una crítica no tiene un conflicto personal con nosotros y que es una gran oportunidad para reflexionar y evaluarnos.
- No te compares con los otros: tendemos a idealizar a los otros y esto resulta muy perjudicial dado que todos tenemos defectos y fortalezas. Todos nosotros tenemos áreas potentes y otras que se nos dan peor. Sin embargo, todos somos únicos.
- No esperes la aprobación de los otros: es habitual que las personas con baja autoestima tiendan a focalizar su atención en los juicios que realizan sobre él. Sin embargo, es fundamental que prestes atención a tus objetivos personales sin importante el juicio y/o opinión de los demás. Enfocarte en tu crecimiento personal va a ayudarte a tener una autoestima más saludable.
- Utiliza tu sentido del humor: numerosos estudios indican que utilizar nuestro sentido del humor para enfocar nuestros problemas diarios nos ayuda a fortalecernos y mejora nuestra autoestima al tiempo que aumenta nuestra felicidad.
- Cierra el pasado: trabajar nuestras emociones negativas acerca de nuestro pasado nos va a permitir sanarlo. Al realizar este trabajo, vamos a empezar a aceptar quienes somos y es el inicio de empezar a desarrollar una buena autoestima.
- Refuérzate en tus pequeños éxitos: los objetivos tienen pequeños pasos. Celebrar esos pequeños pasos diarios va a producirnos mayor felicidad y paz mental. Al tiempo que aumentará nuestra motivación para poder alcanzar los objetivos a más largo plazo.
- Rebaja tu autoexigencia: si somos personas excesivamente autoexigentes y perfeccionistas va a ser perjudicial ya que va a llevarte a considerar que todo lo haces de forma inadecuada. Esta actitud va a afectar de forma directa a tu autoestima.
- Aprende a vivir en el presente: la vida nos da una oportunidad para aprender cada día. Si focalizamos nuestra atención en vivir en el aquí y ahora, vamos a aprender numerosas herramientas y nos va a permitir disfrutar de forma plena de cada momento.
- Focaliza tu atención en tu crecimiento personal: ten en cuenta que las personas estamos en continuo aprendizaje. Por lo que focalizar tu atención en cosas que ocurrieron en el pasado te van a impedir avanzar en el presente.
- Trabaja en una actitud positiva: trabajar en cómo percibimos los acontecimientos externos nos va a ayudar a aprender de esas situaciones y a valorarlas tal y cómo se merecen.
- Vivir con propósito: marcarse objetivos a corto y largo plazo que sean reales y alcanzables nos va a ayudar a mejorar nuestra autoestima.
- Trabaja tus pensamientos limitantes y tu autodiálogo: los pensamientos distorsionados proyectados sobre una misma destruyen la autoestima. Por este motivo es fundamental que los identifiques y los sustituyas por pensamientos más saludables.
- Sé consciente de tu zona de confort: asume que vida tiene riesgos, decisiones, caídas, subidas, bajadas, remontadas, aprendizajes, cambios, etc. Por tanto, tener miedo y no hacer nada va a alejarte de tu bienestar.
En definitiva, una buena autoestima va a encaminar tu vida, tus objetivos, tu comportamiento y tus relaciones con los demás. Mediante el proceso de autoconocimiento vas a adquirir la información necesaria que te va a permitir vivir acorde a tus necesidades, valores, motivaciones y relaciones.
La autoestima sana te va a permitir darte cuenta que eres un ser único y que como cualquier otro tiene fortalezas y defectos. Aceptar que cometemos errores nos alejará de frustraciones que derivan de estar imponiéndonos un ideal inalcanzable. Vivir con una autoestima sana va a implicar que estamos seguras de lo que hacemos y de cómo lo hacemos. Vamos a ser conscientes que somos capaces de afrontar una situación, y que si está resultase negativa no es porque no seamos valiosas o capaces, sino porque reconocemos que algo ha salido mal y vamos a reflexionar sobre cómo afrontarlo en futuras ocasiones.
Vivir con una autoestima saludable va a favorecer tus relaciones sociales. Teniendo a la base nuestra aceptación propia y la aceptación de los otros. Nos va a permitir tener una comunicación más asertiva. Te recuerdo que la autoestima se trabaja. Si consideras que tienes una autoestima baja, solicita tu p
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