En el complejo tejido de las relaciones humanas, la dependencia emocional puede ser un desafío que impacta profundamente en la salud mental y emocional de una persona. En este post, exploraremos las características que definen a aquellos que experimentan dependencia emocional, identificaremos las señales de alarma que indican su presencia y destacaremos el papel crucial que la terapia psicológica puede desempeñar.
¿Qué es la Dependencia Emocional?
La dependencia emocional es la imposibilidad de alejarte de un vínculo que no funciona. Cuando la relación con esa persona no va bien, tu no estás bien, esa persona no te trata bien y existen numerosas peleas, etc. Sin embargo, no puedes soportar la idea de vivir sin esa persona.
La dependencia emocional puede ser bidireccional o unidireccional. Es muy habitual que se de en relaciones de pareja, pero hay que tener en cuenta que también se da en otras relaciones interpersonales: de madre a hija, entre hermanas, con relaciones de amistad, en entornos laborales, etc.
Por tanto, se trata de un patrón psicológico que produce la necesidad de que otra persona asuma la responsabilidad en las parcelas más importantes de su vida, dificultades para tomar decisiones de forma independiente, temor a la separación con esa persona e incapacidad para poner límites o expresar desacuerdo por miedo a perder su apoyo.
Características de las Personas Dependientes Emocionalmente:
- Miedo al Abandono: Las personas con dependencia emocional a menudo experimentan un temor intenso al abandono. Este miedo puede llevarlos a tolerar comportamientos perjudiciales en sus relaciones con tal de evitar la pérdida del vínculo afectivo.
- Baja Autoestima: La falta de confianza en sí mismo es otra característica común. Las personas dependientes tienden a basar su autoestima en la aprobación de los demás, buscando constantemente validación externa para sentirse valoradas.
- Necesidad Excesiva de Aprobación: La búsqueda constante de aprobación y la necesidad de satisfacer las expectativas de los demás son rasgos distintivos. La autovalidación se vuelve difícil, ya que su sentido de valía depende en gran medida de las opiniones de los demás.
- Dificultad para Establecer Límites: Establecer límites saludables puede ser un desafío. Las personas dependientes pueden tener dificultades para decir «no» por temor a provocar el rechazo o la desaprobación.
- Soledad: Las personas dependientes no suelen tolerar la soledad, y la distancia emocional o física con la otra persona. Manifestando síntomas de estrés, ansiedad o tristeza si no está la otra persona.
- Sumisión: Las personas dependientes tienen a ser personas sumisas y no suelen ser capaces de expresar sus opiniones libremente por miedo a la desaprobación.
- Necesidad de complacer las demandas de los otros: Suelen estar enfocados en satisfacer los deseos, expectativas y demandas hacia la persona sobre la que han desarrollado dependencia.
Señales de Alarma:
Me gustaría que te tomases un momento y reflexionases al leer este pequeño de listado de algunas señales de alarma que pueden ayudarte a identificar si estás en una relación dependiente:
- Priorización Excesiva de la Relación: Si la relación se convierte en el centro de la vida de alguien, al punto de descuidar otras áreas importantes, puede ser indicativo de dependencia emocional.
- Ansiedad Ante la Posibilidad de Pérdida: La ansiedad extrema o el pánico ante la idea de perder a la persona significativa son señales claras. Este temor puede llevar a comportamientos desesperados para mantener la conexión.
- Autoabandono: La tendencia a ignorar las propias necesidades y deseos para satisfacer constantemente las demandas del otro es una señal de que la dependencia emocional puede estar en juego.
- Ciclos de Relaciones Destructivas: Las personas dependientes pueden encontrarse repetidamente en relaciones poco saludables, incapaces de romper el ciclo de dependencia.
Cómo Puede Ayudar la Terapia Psicológica:
Como has podido observar, el patrón de una persona que presenta dependencia emocional está constituido por una baja autoestima, una gran necesidad de agradar al otro, la tendencia a la idealización de la otra persona, miedo al abandono y una predisposición a generar vínculos dependientes.
El tratamiento de la dependencia emocional pasa por un reaprendizaje y reeducación de la persona para fortalecer su autoestima y su autonomía.
Desde Psicología Monzó trabajaremos para que identifiques y modifiques los esquemas de comportamiento sobre los que se estructura la dependencia emocional. El objetivo es que la persona aprenda a desarrollar vínculos saludables con los demás. Es decir, nos enfocaremos en dos grandes cambios: por un lado, que cambies la relación contigo misma y por otro, el tipo de vínculos afectivos que estableces.
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