España tiene la segunda mayor tasa de rupturas matrimoniales de Europa. Un dato que además salpica a los niños, ya que en la mitad de los divorcios que se producen en nuestro país hay hijos, ya sean mayores o menores de edad, y/o económicamente dependientes.
De algún modo, se convierten en las victimas de la ruptura ya que no comprenden, por edad o por desinformación lo que está sucediendo. Para esta compleja circunstancia los padres deben estar preparados siendo conscientes de que deben hacer partícipes a los hij@s de la ruptura de las relación para que esta sea lo menos traumática posible.
Es fundamental que tengamos en cuenta que el amor muchas veces no dura para toda la vida. En algunas ocasiones porque la pareja se deteriora por los roces de la convivencia, porque ha aparecido otra persona o simplemente porque ya no sois los mismos que eráis cuando empezasteis la relación. El problema cuando hay niños es que la separación no solo supone un cambio en vuestras vidas, sino también en las suyas. Aunque seguir por los hijos no parece una opción lógica, ya que les obligamos a vivir en un ambiente tenso e incluso podemos hacerles cargar con esa culpa. Sin embargo, tenemos que ser conscientes de cómo hacer las cosas lo mejor posible. Empezando por el principio: “Cómo vamos a contarles que papá y mamá se separan”.
Qué decir y qué no decir
Es fundamental comunicárselo al niño de forma correcta. Siempre recomiendo que en la medida de lo posible se comunique esta noticia los dos juntos y evitando que los niños piensen que es por ellos (por su mal comportamiento, por lo que han dicho o hecho, etc). Así mismo, es importante que les dejemos tiempo para que lo asimilen.
Así mismo, debemos de responder a las preguntas que nos hagan. Y, debemos dejar que durante el proceso el niño pueda expresar libremente y no imponerle nuestras ideas. Por ejemplo, debemos dejar que el niño pueda decir que echa de menos a su padre o madre cuando no está con él/ella sin ponernos nerviosos. Esto también implica no luchar por el papel de “bueno de la película”, sino intentar ser un “bando unido” y darle mensajes al unisono del estilo: “los dos queremos estar contigo y te queremos”.
Una de las cosas en las que suelo hacer hincapié es en la importancia de controlar nuestras propias emociones y evitar que nuestro hij@ escuche descalificaciones de nuestro ex. Siempre digo lo mismo, recuerda que por muy mal pareja que sea una persona no deja de ser el padre o madre del niño.
Otra de las recomendaciones que suelo hacer es no caer en el estilo de “llenar de regalos al niño” pensando en que de esta manera no nos echará de menos o que conseguiremos que nos prefiera ante el otro progenitor. De esta manera lo único que estás haciendo es llenarle de cosas. Sin embargo, lo único duradero es que sepa que sus padres van a estar ahí para escucharle, acompañarle y quererle.
Por otro lado, debemos remarcarle todo aquello que pueda ver como positivo de la nueva situación. Por ejemplo, “tendrás dos casas, dos habitaciones, y vas a hacer un montón de cosas con papá y mamá por separado”. Es decir, se trata de que el niño aprenda a ser feliz ante la nueva situación.
La edad del niño
Aunque seamos mayores y tengamos hijos propios, que nuestros padres nos digan que se separan es una noticia que impacta, ya que esto ocasiona un cambio en nuestra vida. Incluso cuando no vivamos con ellos va a suponer un cambio en nuestra vida cotidiana. Sin embargo, la edad del niño cuando se entera de esta noticia es un factor determinante.
Existen diferencias que hay que tener en cuenta según la edad del niño para que ciertas reacciones no nos pillen por sorpresa, teniendo en cuenta que siempre influye el grado de maduración del niño.
- Hijos menores de 5 años: cuando los niños son tan pequeños las explicaciones deben ser muy sencillas, cortas y claras, ya que no comprenden lo que sucede del todo. A esas edades el padre y la madre se perciben por el niño como una unidad inseparable. Por eso, en estos casos lo adecuado es explicarle quién va a ser el progenitor que deje el domicilio, presentarle su nueva casa y explicarle cuándo verá a este progenitor.
- Hijos de 5-8 años: a estas edades los niños necesitan más información ya que les afecta a nivel emocional y personal. Suele ser a esta edad cuando los niños se culpan a ellos mismos por la separación de sus padres, y suelen fantasear con que en algún momento van a volver a estar juntos.
- Hijos de 9-12 años: a esta edad los niños ven el divorcio como algo que no pueden controlar, por lo que no interiorizan el sentimiento de culpa. Es más común que culpen a los padres y se planteen aspectos morales de lo que está bien o mal. En algunas ocasiones pueden tomar partido en un bando de los dos progenitores pero esto va a depender de la relación que mantengan.
- Hijos adolescentes: la adolescencia es una etapa de emociones muy diversas y comportamientos contradictorios, por lo que es habitual que estas reacciones salgan en una situación de divorcio. Aunque es cierto que son capaces de asimilar esta ruptura familiar de una forma más madura. Sin embargo, suele aparecer el enfado y la frustración ante esta situación, se vuelven más introvertidos o expresan su inconformidad ante la separación de sus padres.
Algunas claves para comunicárselo:
Os voy a comentar algunas reglas para comunicarles la noticia a los hij@s:
- Los hijos no se divorcian: es decir, se divorcian los padres. Como padres nuestra obligación es tratar de que a los hijos les influya lo menos posible la decisión que ha tomado la pareja. Es obvio que la decisión les influye ya que su familia va a ser diferente a partir de ese instante. Pero debemos hacer todo lo posible para que esta decisión no repercuta de forma negativa en los niños.
- Evita sentimentalismos: cuando vayáis a comunicarles la noticia no dejes que tus emociones salgan sin control. No dejes que parezca un drama o que el niño entienda que esta ruptura supone el fin del mundo para ti.
- La comunicación debe ser conjunta: comunica la decisión de forma tranquila y conjunta. Es decir, como si hubiese sido una decisión tomada por ambos de mutuo acuerdo (aunque esto no sea cierto).
- Trata de mantener la tranquilidad y las rutinas: explícale al niño cómo va a ser su día a día a partir de ahora. Contesta las siguientes preguntas: ¿Con quién van a vivir?, ¿Quién se va del domicilio familiar?, ¿Dónde se va a vivir?, ¿Cuándo va a estar con cada uno de los progenitores?, ¿Quién va a llevarle o recogerle del colegio?, etc. Es decir, resuelve todas sus dudas. Por otro lado, es importante que en la medida de los posibles no cambien las rutinas de los niños. Y que, cualquier decisión respecto a sus rutinas se tomen de mutuo acuerdo ya que si no estamos creando inseguridades y conflictos que los niños no saben resolver.
- Preserva el derecho de los niños a tener una buena imagen de ambos progenitores: en ocasiones es difícil mantener la compostura. Sin embargo, aunque te resulte complicado trata por todos los medios de no criticar, culpabilizar o insultar a tu ex pareja delante de los niños.
Comentarios