El divorcio es un proceso emocionalmente desafiante que puede afectar a todos los miembros de la familia, especialmente a los niños. La transición de una vida familiar unida a dos hogares separados puede ser abrumadora, pero es fundamental abordar esta situación de manera saludable y equitativa para el bienestar de todos los involucrados. En este post, exploraremos algunas herramientas y consejos para manejar un divorcio y la custodia de los niños de manera saludable, además de destacar la importancia del acompañamiento psicológico en este proceso.
Cómo comunicar a los hijos la decisión de divorciarse
Mi experiencia profesional me dice que es uno de los momentos que más temen los padres y madres “¿cómo le decimos a nuestros hijos que nos vamos a divorcias?”. Es fundamental que para transmitir esta información estén presentes todos los miembros de la familia nuclear, de esta forma evitareis la comunicación unilateral o que haya unos miembros que tengan la información y otros que no. Por otro lado, es imprescindible que transmitáis la suficiente información para que vuestros hijos tengan claro cómo se va a desarrollar el proceso. Por ejemplo, es fundamental que conozcan si van a vivir en casas diferentes, qué cambios van a vivir en sus rutinas diarias, etc.
Así mismo, es fundamental insistir en que el divorcio no es culpa suya y que los problemas de la pareja en ningún caso son responsabilidad de ellos. Por otro lado, tiene que quedarles claro que el amor que sienten mamá y papá por ellos no va a cambiar en absoluto. Además, debemos explicarles como durante este proceso pueden sentir muchas emociones diferentes y que si quieren pueden contarnos a los adultos cómo se están sintiendo. Me gusta recomendaros que terminéis esta charla preguntándole a vuestros hijos si tienen dudas y cómo se sienten.
Herramientas para un divorcio saludable:
Me gustaría compartir contigo algunas herramientas que me parecen fundamental que tengas en cuenta de cara a poder llevar a cabo un divorcio de forma saludable:
- Comunicación abierta y respetuosa:
Uno de los primeros pasos cruciales para manejar un divorcio de manera saludable es mantener una comunicación abierta y respetuosa con tu expareja. Esto es especialmente importante cuando se trata de la custodia de los niños. Establecer canales de comunicación claros y mantener un tono respetuoso y cooperativo es esencial para garantizar un ambiente estable y seguro para los niños.
- Priorizar el Bienestar de los Niños:
Los niños son la principal preocupación en un proceso de divorcio. Ambos padres deben recordar que, a pesar de la separación, su amor y cuidado por los hijos no disminuyen. Trabajar juntos para asegurarse de que los niños se sientan amados y apoyados en ambos hogares es esencial. Mantener una rutina consistente y asegurarse de que los niños tengan tiempo de calidad con ambos padres es fundamental.
- Considerar la Mediación:
La mediación puede ser una herramienta valiosa en el proceso de divorcio, especialmente cuando se trata de tomar decisiones sobre la custodia de los niños. Un mediador imparcial puede ayudar a las parejas a encontrar soluciones equitativas y centradas en el bienestar de los niños. Esto puede reducir la tensión y el conflicto en el proceso de divorcio.
- Acompañamiento Psicológico:
El divorcio puede desencadenar una serie de emociones intensas, tanto para los adultos como para los niños. La terapia psicológica puede ser una herramienta invaluable para ayudar a las personas a lidiar con estas emociones y navegar por el proceso de divorcio de manera saludable. Los terapeutas proporcionamos apoyo emocional, estrategias de afrontamiento y un espacio seguro para expresar sentimientos.
- Mantener el Respeto Mutuo:
El respeto mutuo es esencial en la relación entre padres divorciados. Evitar hablar mal del otro padre frente a los niños y mantener una actitud positiva hacia su relación con ellos es crucial. Los niños necesitan sentir que pueden amar y tener una relación con ambos padres sin sentirse atrapados en el conflicto.
- Planificación Detallada de la Custodia:
Es importante tener un plan de custodia claro y detallado que establezca cómo se compartirá el tiempo con los niños. Esto reduce la incertidumbre y ayuda a los niños a adaptarse a su nueva rutina. También es importante ser flexible y estar dispuesto a hacer ajustes cuando sea necesario.
- Apoyo de la Red de Apoyo:
No tengas miedo en buscar apoyo de amigos y familiares durante este período. Hablar con personas de confianza puede proporcionar consuelo y perspectiva.
- Cuidado Personal:
El divorcio puede ser agotador física y emocionalmente. Es fundamental cuidar de tu bienestar físico y emocional durante este proceso. La alimentación saludable, el ejercicio regular y el tiempo para el autocuidado son esenciales.
En resumen, manejar un divorcio y la custodia de los niños de manera saludable requiere enfoque, comunicación, apoyo emocional y un compromiso continuo con el bienestar de los niños. La terapia psicológica desempeña un papel importante en este proceso, proporcionando las herramientas necesarias para enfrentar los desafíos emocionales. Con esfuerzo y compromiso, es posible atravesar este difícil momento y construir un futuro más saludable y feliz tanto para los adultos como para sus hijos.
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