Pensamiento dicotómico: ¿Qué es?

Para algunas personas el mundo se resume en blanco o negro, todo o nada, bueno o malo, es decir, no existen los grises, los matices. Tenemos que tener en cuenta que vivimos en un mundo en el que no podemos ser absolutistas, nada es completamente blanco o negro, las cosas son relativas. Es fundamental que aprendamos a encontrar un equilibrio y contemplemos todos los puntos intermedios para vivir de forma plena.

Aquellas personas que sólo viven en los extremos tienden a polarizar la forma de entender las cosas. Es decir, presentan un pensamiento dicotómico.

¿Qué es el Pensamiento dicotómico?

El pensamiento dicotómico es aquel en el que solo se clasifican en extremos cualquier circunstancia, sin tener en cuenta los matices, los grises o los puntos intermedios. Por lo tanto, las personas que utilizan este tipo de pensamiento polarizan sus decisiones y sus actos. De forma que, si la persona elige hacer una cosa, se centra únicamente en eso, independientemente de que pueda afectar a otras áreas o aspectos de su vida.

Tengamos en cuenta que las personas que utilizan este modo de pensamiento tienden a generalizarlo, por ejemplo, pueden pensar que quien no les apoya está en su contra. Obviamente, tender a los extremos y polarizar las situaciones que se nos presenta resulta negativo ya que puede llevar a la persona a tomar decisiones extremas o radicales. Ocasionándole desequilibrios en numerosas áreas de su vida, afectando a sus relaciones personales, laborales, etc.

En definitiva, el pensamiento dicotómico es observar al mundo como dos polos opuestos exclusivamente: es bueno o malo, blanco o negro. La persona o hace las cosas bien o no las hace, el resultado quiere que sea perfecto o sino lo vive como un fracaso; la persona no puede ver los matices de la vida.

Blanco o negro – Todo o nada.

No he tenido tiempo de comer en todo el día, así que he cocinado para cenar un plato de pasta, unos huevos fritos y un bocadillo.

En la oficina mi administrativo no ha hecho lo que le he pedido el día anterior, le he despedido. No vale para nada.

Estaba tan cansada que he decidido no ir a trabajar mañana.

Tenía tanto trabajo que he estado encerrada en mi despacho 15 horas.

¿Qué te parece esta forma de pensar? ¿Crees que alguien que actúa así tiene equilibrio en su vida? ¿Cómo crees que sentirán las personas de su alrededor?

Estos ejemplos pueden parecerte exagerados. Pero se trata de pensamientos dicotómicos: o se hace o no se hace. O todo o nada. Puede parecerte un comportamiento extraño pero lo mismo ocurre con nuestra forma de pensar y ni siquiera somos conscientes. Sin embargo, a través de la terapia psicológica vas a aprender a identificar tus pensamientos dicotómicos y racionalizarlos por pensamientos más saludables para ti.

¿A quién afecta el Pensamiento dicotómico?

Ver la vida desde una perspectiva polarizada es habitual en niños y en personas con trastornos psicóticos, trastornos de personalidad, problemas de ansiedad o del estado de ánimo. Por ejemplo, es habituar escuchar a niños verbalizaciones rígidas en muchas circunstancias.

Es lógico que los niños vean el mundo desde esta forma, ya que va ligado al pensamiento concreto. Lo realizan de forma espontanea, ya que no comprenden cómo funciona la abstracción del pensamiento y la empatía. En este sentido, su capacidad de entender o de pensar en otros puntos de vista, queda disimulada.

Para aquellas personas que operan una vida bajo este umbral de pensamiento dicotómico la situación es bien distinta que la de los niños. Ya que se trata de una distorsión de pensamiento que ocurren antes de que procesemos la información debido a creencias arraigadas. Es decir, filtramos la información en base a esa distorsión dicotómica.

 Consecuencias del pensamiento dicotómico.

Como os parecerá lógico, el uso de este tipo de pensamiento tiene una serie de consecuencias sobre la persona. La propia simplificación de la realidad ya es una de ellas, ya que la persona que utiliza este tipo de pensamiento está obviando todo un abanico de posibilidades de pensamiento y de acción que le limitan en su manera de actuar y proceder, ya que sólo contempla esas dos opciones, aunque existan muchas más.

Otro de los problemas habituales de utilizar este tipo de distorsión cognitiva es que pueden caer en otros sesgos, ya que la persona opta por utilizar un modo de razonar mucho más sencillo, que implica un menor uso de recursos (de ahí la simplificación de la realidad que te comentaba anteriormente). La persona obvia una información que puede resultarle muy valiosa.

Este tipo de pensamiento ha sido calificado por Beck (padre de la terapia cognitiva) como una forma de pensamiento primitiva e inmadura. Este autor ve implicaciones negativas en estas formas de pensamiento, ya que considera que estas personas tienen problemas para identificar las diferentes dimensiones de la realidad que están considerando. También comenta que las personas tienden a ni replantearse sus afirmaciones, por lo que aún estando equivocados, es complicado que den su brazo a torcer, y varíen su planteamiento. Al contrario, se mantienen en su posición categórica.

Otra de las características de personalidad de estas personas sería la necesidad de tener control, buscan el perfeccionismo y muestran una baja tolerancia a las situaciones de ambigüedad. El abuso de este tipo de pensamiento puede afectar al estado de ánimo del sujeto, ya que se mueven a términos absolutos pudiendo generar frustración al no lograr imponer su criterio y considerar que ello conlleva tener que sufrir inevitablemente la opción opuesta. El daño en el estado de ánimo puede ocasionar incluso sintomatología depresiva.

También puede tener consecuencias en el establecimiento de unas relaciones sociales saludables, ya que como la persona tiende a moverse en los extremos y trata de que se valide únicamente la alternativa que propone, en contraposición a la otra persona, que representaría todo lo que no quiere.

Evidentemente es una forma de razonar poco realista, y es comprensible que genere frustración en mayor o menor medida.

¿Cómo modificarlo?

No caigas en el pesimismo. El pensamiento dicotómico es un fenómeno que se puede trabajar. En función de las características de personalidad de la persona, se tratará de un proceso más o menos sencillo y nos permitirá alcanzar una mayor o menor flexibilidad a la hora de razonar.

Por ello, te invito a que solicites tu primera cita para que valorar si este tipo de pensamientos te está produciendo malestar y perjudicando en tu día a día.

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