¿Qué es el duelo?

El duelo es un proceso psicológico que se produce tras una pérdida, una ausencia, un abandono o una muerte. Este proceso es diferente para cada persona. Los síntomas más comunes son: ansiedad, culpa, confusión, miedo, negación, tristeza, shock emocional, etc.

La experiencia emocional de enfrentarse a la pérdida, es lo que llamamos elaboración del duelo, que nos conduce a la necesidad de adaptación a una nueva situación. Dado que el duelo sería similar a una “herida” podríamos decir que necesita un tiempo de “cicatrización”. En este proceso de duelo, se distinguen varias fases que hay que ir superando, aunque ello no significa que en todas las personas aparezcan todas las fases.

Fases o etapas del duelo:

  1. NEGACIÓN:

Expresiones cómo “No puede ser verdad”, “Cómo ha podido ocurrir”, “No es justo”…. Son frases que todos hemos utilizado alguna vez. Mostrarse incrédulo es la primera reacción ante un golpe de la vida. Negar la pérdida es una forma de decirle a realidad que espere, que todavía no estamos preparados. Sin embargo, es una etapa que hay que atravesar para poder digerir la perdida. Hay personas que ante el impacto de la noticia dejan de escuchar, de entender, de pensar e incluso de sentir.

Es importante que tengamos en cuenta que hay personas que niegan la pérdida pero también hay quien acepta de forma precipitada la crudeza de la realidad como mecanismo para evitar el dolor.

 

  1. ENFADO:

Es de vital importancia que la persona reconozca y acepte que siente rabia para poder sacarla fuera. La rabia nos permite pedir ayuda y salir de ese agujero en el que nos encontramos. Si la rabia se queda dentro o la negamos, nos acabará machacando.

  1. NEGOCIACIÓN:

Se trata de fantasear con la idea de revertir la situación, llegando incluso a pactar con quien haga falta incluso con Dios prometiendo lo que sea necesario. Se buscan formas de hacer que lo inevitable no sea posible. Esta etapa es muy breve ya que estar pensando todo el día en soluciones es realmente agotador.

  1. MIEDO O DEPRESIÓN:

La persona siente tristeza, vacío, incertidumbre ante el futuro y un profundo dolor. Expresiones como “la vida es una mierda”, “nunca seré feliz”, “ya no volverá”, o “nunca encontraré a nadie igual” se suelen repetir cuando la persona se está enfrentando a su dolor. La realidad es que sólo desde este punto podrá volver a reconstruirse a pesar de que piense o sienta que esto va a durar para siempre.

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  1. ACEPTACIÓN:

Es la última fase del duelo. No es fácil aceptar que lo que hemos perdido no tiene vuelta atrás. En este punto, tenemos la posibilidad de no aceptar pero una vez llegados a este punto nos damos cuenta de que el precio a pagar es muy elevado. Llegar a esta fase requiere de un gran trabajo a nivel emocional.

El duelo patológico o no resuelto:

Podemos decir que el duelo es patológico o no resuelto cuando después de un tiempo la persona sigue teniendo los mismos síntomas.

Habitualmente encontramos como personas que no han elaborado el duelo de forma adecuada presentan problemas emocionales e incluso trastornos psicopatológicos al cabo de meses o incluso de años.

Por el contrario, un duelo elaborado de forma adecuada mejora las capacidades futuras para enfrentarse a situaciones de pérdida, frustración o sufrimiento.

Así mismo, es fundamental tener en cuenta los duelos en los niños. Se deben afrontar, hablar, no negarlos ni minimizarlos, ya que la forma de enfrentar los duelos les ayudará a crear esas capacidades futuras.

La expresión tanto a nivel social, familiar y personal de aquellas emociones que acompañen a los sentimientos de pérdida. Así como, realizar rituales que ayuden a elaborar el proceso de adaptación a la pérdida pueden evitar el desarrollo de duelos patológicos y facilitar el proceso de duelo natural.

 

¿Cuándo debo pedir ayuda?

La duración del duelo es variable, pueden pasar meses e incluso años según la persona.  Dado que hay personas que no consiguen elaborar el duelo de forma adecuada es importante tener claro cuáles son los síntomas que se mantienen y agudizan a pesar de que el tiempo transcurra.

Cuando experimentamos una pérdida de alguien importante, un trabajo, una relación, etc, sentimos una profunda tristeza, impotencia, rabia, miedo y nos duele. Estas emociones son totalmente normales. Sin embargo, cuando estos síntomas acaban apoderándose de la persona de manera que aparece un fuerte sentimiento de culpa y autoreproches pueden llevar a un estado de depresión.

Lo que distingue el duelo normal del patológico es la fase en la que la persona se queda bloquea e impide que se elabore ese dolor. Lo que ocurre en los duelos no resueltos es que las sensaciones, en lugar de producir cambios para ir avanzando en las diferentes fases, lo que hacen es justamente que llegan a paralizar el curso del duelo normal.

Nuestro equipo de psicologos en Las Rozas pueden ayudarte a atravesar las fases del duelo. En el video podrás obtener más información acerca de en qué consiste la terapia del duelo. Si crees que necesitas ayuda no dudes en escribirnos, realizaremos una evaluación dónde identificaremos en qué fase del duelo te encuentras.

 

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