Maria siente que su cabeza da vueltas sin parar mientras estudia el último examen de la carrera. “Nunca voy a lograr aprobar el examen – le dice su cabeza como si fuese un martillo-. Mi madre tiene razón, soy como ella – no voy a lograr gran cosa en la vida”. Sienta que está muy distraída y mira sus piernas… “Ufff –esa voz suena en su cabeza- las veo francamente horribles”.
Todos tenemos una imagen mental de quiénes somos, qué aspecto tenemos, en qué somos buenos y cuáles son nuestros “puntos débiles”. Nos vamos formando esa imagen de nosotros mismos a lo largo del tiempo, y obviamente empieza en nuestra infancia. Existen dos términos que me gustaría que diferenciásemos:
- Autoimagen: lo utilizamos para referirnos a la imagen mental que una persona tiene de sí misma. Esta se basa en gran parte en nuestras interacciones con otras personas y nuestras experiencias vitales. Nuestra autoimagen contribuye a nuestra autoestima.
- Autoestima: depende de en qué medida nos sentimos valorados, queridos y aceptados por otros. Además de, en qué medida nos valoramos, queremos y aceptamos a nosotros mismos.
Una vez aclarados estos conceptos, tenemos que tener en cuenta que las personas con una autoestima sana se sienten bien consigo mismas, aprecian su propia valía y están orgullosas de sus capacidades, fortalezas y logros. Por el contrario, las personas con baja autoestima sienten que no van a gustar a nadie, que nadie le va a aceptar o que no tienen fortalezas/habilidades/logros.
Es importante que racionalicemos, en algún momento de nuestra vida TODOS hemos tenido problemas con nuestra autoestima – esto se hace aún mas relevante durante la adolescencia, ya que es cuando vamos descubriendo quiénes somos y qué lugar ocupamos en el mundo.
Pero… os traigo una BUENISIMA NOTICIA…. Como he dicho la imagen que tenemos de nosotros mismos va evolucionando a lo largo del tiempo, por esto nuestra autoestima NO es algo FIJO de por vida. Dicho esto: si sientes que tu autoestima no es todo lo alta que debería ser, PUEDES MEJORARLA.
Componentes de la Autoestima:
- Cognitivo: podría resumirse en “Lo que pienso”. Es decir, la descripción que tenemos cada uno de nosotros mismos en las diferentes dimensiones de nuestra vida. Incluiría la opinión que tenemos sobre nuestra personalidad y conducta, nuestras creencias e ideas sobre nosotros mismos.
- Afectivo: podría resumirse en “Lo que siento”. Es decir, es el resultado de la valoración que realizamos de la percepción de nosotros mismos. Supondría un juicio de valor sobre nuestras cualidades personales, la respuesta afectiva ante la percepción de uno mismo.
- Conductual: podría resumirse en “Lo que hago”. Se trataría del proceso final de la valoración anterior, que finaliza con la decisión e intención de actuar. Como es lógico pensar nuestras acciones van a determinarse por la opinión que tenemos de nosotros mismos.
Problemas de autoestima:
Me parece importante dedicar un apartado a este punto. En primer lugar, quiero que seáis conscientes de que antes de que una persona pueda “solucionar” sus dificultades de autoestima e iniciar el proceso de construir una autoestima sana es fundamental conocer qué podría estar causando esos problemas. Es decir, iniciaríamos por abordar y evaluar dos áreas:
1) Cómo nos ven o nos tratan los demás;
2) Cómo nos vemos a nosotros mismos; Ya que estás dos áreas suelen tener un gran impacto en nuestra autoestima.
En segundo lugar, tenemos que tener en cuenta que los padres, profesores y otras figuras de autoridad influyen en las ideas que desarrollamos sobre nosotros mismos, sobre todo durante la infancia. Tengamos en cuenta que actitudes como criticar de forma constante a un hij@ hace que le resulte muy complicado desarrollar una autoestima sana. Respecto a los adolescentes hay que tener en cuenta que se encuentran sumergidos en el desarrollo de sus valores y creencias, es fácil que construyan su autoimagen con aquello que dicen sus padres u personas relevantes.
Parece lógico pensar que nuestra autoestima sale muy mal parada cuando alguien cuya aceptación valoramos mucho nos hace constantemente de menos. También es importante destacar que las críticas no tienen siempre porque venir de otras personas. Es decir, algunos adolescentes tienen un “critico interior”, que encuentra errores en absolutamente todo lo que hacen. Es habitual encontrar en consulta que la persona haya modelado su voz interior con la opinión de alguna persona de referencia cuya opinión le resulta importante.
Imaginemos que llevamos mucho tiempo escuchando a nuestro “critico interior”, ¿cómo creéis que tendremos nuestra autoestima?. Numerosas personas están tan habituadas a escuchar esa voz que no son consciente del daño que se están haciendo. Y es imprescindible que sepamos que este hecho puede dañar tanto la autoestima como si la crítica viniese de fuera.
Otra de las grandes cosas que influye en nuestra autoestima son nuestras expectativas. Es decir, la imagen que tenemos de lo que quiere llegar a ser (o de quién deberíamos ser). Cada uno tenemos una imagen de la “persona ideal”. Por ejemplo, algunas personas valoran las capacidades académicas mientras que otras valoran las habilidades deportivas.
Por otro lado, aquellas personas que se ven a sí mismas teniendo cualidades que admiran suelen tener una alta autoestima. En cambio, las personas que no se ven a sí mismas teniendo las cualidades que admiran presentan una baja autoestima. Es habitual que las personas con baja autoestima a menudo tienen esas cualidades que admiran, pero no son capaces de verlas debido a la imagen que tienen de ellos mismos.
Como hemos visto, la autoestima es algo muy complejo y que ocasiona muchos problemas emocionales. Dado que es algo muy complejo he decidido hacer varios posts dónde os voy a ir explicando muchas cosas de la importancia de trabajar nuestra autoestima. Espero que os resulte útil.
Comentarios