¿Qué son los Trastornos de Personalidad?

Los Trastornos de Personalidad son un grupo de problemas mentales que implican que el comportamiento, los pensamientos y las emociones que conforman la forma de ser de una persona presenten una desviación prolongada en el tiempo respecto a los patrones de personalidad considerados “sanos” dentro de su cultura.

Este tipo de trastorno psiquiátrico interfiere en la vida diaria del individuo, ya que padece problemas de adaptación social, por lo que su capacidad de relación y convivencia es complicada pudiendo llegar a provocar aislamiento social.

Síntomas de los Trastornos de Personalidad.

Los tipos de trastornos de personalidad se dividen en tres grupos, sobre la base de características y síntomas. Tenemos que tener en cuenta que no es necesario que se manifiesten todos los signos y síntomas que vas a leer a continuación para poder diagnosticar este tipo de trastornos. Y además, te recuerdo que es necesario que estos problemas los diagnostique un profesional de salud mental. Simplemente este post te puede servir de guía para saber si tienes que pedir ayuda.

  • Trastornos de la Personalidad “Grupo A”:

Los trastornos de la personalidad pertenecientes al grupo A se caracterizan por pensamientos o comportamientos extraños o excéntricos. Dentro de este grupo se incluirían los siguientes trastornos:

  • Trastorno paranoide de la personalidad:
  • Desconfianza y sospecha generalizada hacia los demás.
  • Creencia injustificada de que los demás intentan hacerle daño o engañarle.
  • Sospecha injustificada de la lealtad o la fiabilidad de los demás.
  • Percepción de comentarios inocentes o situaciones no intimidantes como si fuesen ataques personales.
  • Reacción hostil o de furia a los ataques personales percibidos.
  • Vacilación al confiar en los demás debido al temor no razonable de que usarán información en su contra.
  • Tendencia al rencor.
  • Sospecha injustificada y recurrente de que la pareja le es infiel.
  • Trastorno esquizoide de la personalidad:
  • Amplitud limitada de las emociones.
  • Falta de interés en las relaciones sociales o personales. La persona prefiere la soledad.
  • Incapacidad para disfrutar de la mayoría de las actividades cotidianas y/o de ocio.
  • Aparenta ser distante o indiferente.
  • Poco interés o interés nulo en las relaciones sexuales.
  • Incapacidad para captar las señales sociales normales.
  • Trastorno esquizotípico de la personalidad:
  • Experiencias perceptivas extrañas, como escuchar que alguien susurra tu nombre.
  • Vestimenta, pensamientos, creencias, discurso o conductas peculiares.
  • Falta de expresión emocional o respuestas emotivas inadecuadas.
  • Ansiedad social y falta de relaciones cercanas o incomodidad con dichas relaciones.
  • “Pensamiento mágico”: creer que puedes ejercer influencia en personas y acontecimientos con el pensamiento.
  • Creencia de que determinados incidentes o acontecimientos casuales tienen mensajes ocultos exclusivos para ti.
  • Respuesta indiferente, inadecuada o suspicaz hacia los otros.
  • Trastornos de la personalidad “Grupo B”:

Los trastornos de la personalidad del “Grupo B” se caracterizan por pensamientos y comportamientos dramáticos, excesivamente emotivos o impredecibles. En este grupo incluiríamos los siguientes trastornos:

  • Trastorno de personalidad antisocial:
  • Mentiras, robos, uso de apodos y/o estafas constantes.
  • Indiferencia hacia las necesidades y sentimientos de los demás.
  • Violación constate de los derechos de los demás.
  • Problemas legales recurrentes.
  • Comportamiento agresivo e incluso violento.
  • Indiferencia hacia la seguridad propia y la de los demás.
  • Irresponsabilidad constante.
  • Conducta impulsiva.
  • Falta de remordimiento por su comportamiento.
  • Trastorno límite de la personalidad:
  • Imagen personal inestable y frágil.
  • Conducta impulsiva y tendente al riesgo, como por ejemplo, tener relaciones sexuales sin protección, involucrarse en apuestas, atracones, etc.
  • Relaciones inestables e intensas.
  • Temor intenso a estar solo o a ser abandonado.
  • Conductas suicidas o amenazas de autolesión.
  • Cambios en el estado de ánimo. Muy a menudo como reacción al estrés interpersonal.
  • Ataques de ira frecuentes e intensos.
  • Paranoia intermitente relacionada con el estrés.
  • Trastorno narcisista de la personalidad:
  • Fantasías sobre el poder, el éxito y la atracción.
  • Creencia de que eres especial y más importante que los demás.
  • Exageración de logros y talentos.
  • Envidia hacia los demás o creencia de que los demás te envidian.
  • Expectativa de elogios y admiración constantes.
  • Arrogancia.
  • Expectativas no razonables de favores y ventajas, a menudo suelen tender a aprovecharse de los demás.
  • Trastorno histriónico de la personalidad:
  • Excesivamente exaltado, drástico o provocativo en el plano sexual con el objetivo de captar la atención de los otros.
  • Fácilmente influenciable.
  • Búsqueda constante de atención.
  • Discurso espectacular, con opiniones fuertes pero con pocos detalles o hechos respaldados.
  • Emociones poco profundas que cambian de forma rápida.
  • Pensamiento de que las relaciones con los demás son más cercanas de lo que son en realidad.
  • Preocupación desmesurada por la apariencia física.
  • Trastornos de la personalidad “Grupo C”:

Los trastornos de la personalidad del “Grupo C” se caracterizan por pensamientos y comportamientos de temor y/o ansiedad. Incluiriamos dentro de este grupo los siguientes trastornos:

  • Trastorno de la personalidad por evitación:
  • Sentimiento de inferioridad, de ser inadecuado y/o desagradable.
  • Sensibilidad excesiva hacia las críticas y al rechazo de los otros.
  • Inhibición, timidez y aislamiento en el plano social; la persona tiende a evitar las actividades nuevas o las reuniones sociales con personas desconocidas.
  • Evitación de actividades laborales que implican el contacto interpersonal.
  • Temor a la desaprobación, a pasar vergüenza o a hacer el ridículo.
  • Timidez extrema en situaciones sociales y en las relaciones interpersonales.
  • Trastorno de la personalidad Obsesiva-compulsiva:
  • Perfeccionismo extremo. A la persona le genera disfunción y angustia cuando no se logra la perfección. Por ejemplo, se siente incapaz de finalizar un proyecto porque no se pueden cumplir las propias normas estrictas.
  • Preocupación por los detalles, el orden y las normas.
  • Rigurosidad extrema tendente a la obstinación.
  • Deseo de controlar a las personas, las tareas y las situaciones.
  • Incapacidad para delegar tareas.
  • Estricto control de sus gastos y de los presupuestos llegando a un control mezquino.
  • Incapacidad para desechar objetos rotos o inútiles.
  • Inflexibilidad en cuanto a la ética, la moral o los valores.
  • Trastorno de la personalidad dependiente:
  • Conducta sumisa o apegada hacia los demás.
  • Dependencia excesiva de los demás y sentir la necesidad de que alguien le cuide.
  • Falta de confianza en ti mismo, necesidad de consejos excesivos y de la confirmación por parte de los demás para tomar incluso pequeñas decisiones.
  • Temor a tener que cuidarte o defenderte tú mismo si te dejan solo.
  • Tolerancia alta hacia tratos abusivos o inadecuados, incluso cuando existen otras opciones.
  • Necesidad urgente de empezar una nueva relación cuando ha terminado otra.
  • Dificultad para iniciar o llevar a cabo proyectos solo debido a la falta de confianza en uno mismo.
  • Dificultad para expresar desacuerdo con los demás, por temor a la desaprobación.

Los trastornos de personalidad pueden implicar consecuencias graves para la persona y para su entorno. Por ello, si te sientes identificado con estos signos y síntomas ponte en contacto lo antes posible con un profesional de la Salud Mental para proceder a una evaluación individualizada y posterior tratamiento en el caso de que fuese necesario.

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