Relaciones tóxicas: ¿Cómo identificar si estoy en una relación tóxica?

Nadie nos explica cómo deben ser las relaciones interpersonales. ¿Qué tengo que esperar de mi pareja? ¿Qué es adecuado o inadecuado en una relación sentimental?

Vivimos en la sociedad en la que la prevalencia de violencia de género es alta y estas circunstancias cada vez se dan de forma más frecuente entre nuestros adolescentes. Es un hecho que los adolescentes en la actualidad siguen sufriendo maltrato físico y/o psicológico.

¿Por qué no nos esforzamos en educar a los más jóvenes acerca de qué es una relación de pareja sana?

La realidad es que en los últimos años ha habido una gran cantidad de investigación científica sobre las relaciones de pareja lo que nos ha permitido conocer aún más cuáles son las características de las relaciones tóxicas.

¿Qué es una relación tóxica?

Una relación tóxica es una relación destructiva, que no es saludable y que una o ambas partes le está generando cierto sufrimiento y daño.

Como es lógico, las relaciones tóxicas no sólo se dan en las relaciones de pareja. Pueden aparecer y de hecho aparecen entre miembros de la misma familia, amigos, etc. En este tipo de relaciones también hay cariño y afecto lo que hace que sea muy complicado acabarlas.

En este post nos vamos a centrar en las relaciones de pareja tóxicas. Este tipo de relaciones se caracterizan por el sufrimiento de una o ambas partes más que por el disfrute de estar juntos. Sus miembros se ven sometidos a un profundo desgaste a nivel emocional con el objetivo de convencerse a ellos mismos de que pueden salvar la relación.

Al tratar de acomodarte a la otra persona lo que suele ocurrir es que comenzamos a desvirtuar la realidad. Te convences a ti misma de que si no mostramos malestar sobre ciertos aspectos que nos incomodan, vas a evitar una nueva confrontación. Vale, ¿pero qué pasa cuando llegamos al autoengaño? Que nos provoca un profundo malestar a nivel físico y emocional. Es importante recordar que el no manejo emocional provoca ansiedad y estrés.

También es habitual que surjan los problemas de comunicación, si no te muestras como eres ¿cómo van a entenderte los demás? Obviamente esto nos acaba pasando factura.

Existen algunas razones por las que solemos mantener una relación tóxica, pudiéndose resumir a dos principales: baja autoestima y dependencia emocional.

Signos de alerta:

  1. No eres tú misma: en una relación sana puedes ser tú misma. En cambio, si la relación está llena de reproches y comentarios sobre cómo piensas o actúas es un signo de alerta. En una relación sana sentimos admiración por el otro, le animamos en aquello que hace, le reforzamos y felicitamos por sus logros, no minimizamos sus éxitos o señalamos de forma constante aquello que hace mal.
  2. No te hace feliz ni te deja crecer a nivel personal: ¿te hace llorar más veces de las que te hace reír? Este es un signo de alerta, no te deja crecer como persona. Obviamente la felicidad tiene que venir de uno misma pero en una relación de pareja tiene que haber alegría que incremente tu propia felicidad. Una relación de pareja sana debe fomentar siempre el crecimiento de ambos miembros y el apoyo mutuo para que ambos podáis crecer.

En definitiva, las relaciones sanas apoyan el crecimiento de ambos miembros. Si tu pareja trata de limitarte las actividades que te gustan o las personas con las que te relacionas ¡cuidado! Es un signo que tienes que tener en cuenta.

  1. Faltas de respeto: los insultos y/o menosprecios en publico o privado están muy lejos de una relación saludable. Cuando una persona no se siente válida es habitual que tienda a rebajar al otro (a veces de forma inconsciente) para poder tener poder sobre y sentirse bien. Por ello, si cada vez dudas más de ti y de tu validez es un claro signo de alerta.
  2. Control: la comunicación asertiva es un aspecto fundamental en una relación de pareja. Sin embargo, si sientes que tu pareja quiere conocer qué haces en cada momento y sientes que no puedes tener nada privado, entonces está intentando controlarte. Obviamente conductas como mirarte el móvil o tus redes sociales o exigirte que le enseñes lo que escribes o con quién hablas es un claro signo de control.
  3. Chantaje emocional: cuando uno de los miembros utiliza el chantaje emocional para conseguir que la otra persona haga exactamente lo que quiere es un claro signo que nos tiene que hacer reflexionar. Una relación sana está basada en la libertad individual de cada uno de los miembros.
  4. Celos: los celos no tienen nada que ver con el amor, están relacionados con el miedo. Miedo a perderte lo que ocasiona que controle tu vida. Es habitual que a veces nos produzca una falsa sensación de seguridad que la otra persona sienta celos pero tenemos que tener claro que una relación sana la base es la confianza.
  5. Discusiones: las discusiones son normales en todas las relaciones. El problema es cuando resultan repetitivas o el tono de la misma es fuerte y/o violento eso ya no es normal. En una relación sana en las discusiones se escucha al otro y se muestra interés por lo que siente y piensa. Si no puedes expresar aquello que te molesta porque siempre contesta con algo que le molesta mucho más a él, si hay amenazas, faltas de respeto o gritos; si las discusiones son en “bucle” recordándote qué haces mal o si no te sientes escuchada ¡cuidado! No estás en una relación sana.

Recuerda que una relación tóxica es cosa de dos. Para poder tener una relación saludable y querer al otro es fundamental quererte a ti misma. Si has estado o estás en una relación tóxica te invito a qué reflexiones los motivos que te han llevado a vivir esa relación. Solo cuando tú te sientas feliz y llena contigo misma vas a poder compartir de forma saludable con otra persona. Si crees que necesitas ayuda para trabajar estos aspectos no dudes en solicitar tu cita.

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