La rumiación es un fenómeno común en la mente humana, pero cuando se vuelve persistente y descontrolada, puede tener consecuencias significativas para la salud mental de una persona. En este post, exploraremos qué es la rumiación, cómo puede afectar a la persona y los trastornos psicológicos que a menudo están asociados con este patrón de pensamiento. Además, destacaremos cómo la terapia puede ser una herramienta efectiva para romper el ciclo de la rumiación y promover la salud mental.
¿Qué es la Rumiación?
La rumiación psicológica es un fenómeno que, a pesar de que no llega a constituir por sí mismo una psicopatología, genera mucho malestar en la persona que lo experimenta.
La rumiación se refiere a la tendencia de una persona a dar vueltas repetitivas a los mismos pensamientos o preocupaciones de manera obsesiva. Puede manifestarse como la incapacidad de dejar de pensar en situaciones pasadas, errores cometidos o eventos negativos. La persona afectada se encuentra atrapada en un ciclo mental que dificulta la concentración en el presente y obstaculiza la toma de decisiones saludables.
En numerosos casos asociada a este tipo de alteraciones hay un trastorno de tipo ansioso o depresivo, y en otras ocasiones interfiere de forma muy significativa en numerosos aspectos del día a día de la persona. Por todo esto, se trata de un problema que solemos ver en consulta de forma muy frecuente. Además, la rumiación puede convertirse en un obstáculo para el funcionamiento diario, afectando las relaciones interpersonales, a su funcionamiento laboral o académico y de forma global en su día a día.
Trastornos Psicológicos Asociados con la Rumiación
La rumiación a menudo está relacionada con varios trastornos psicológicos (psicopatologías o no) que muchas veces aparecen a la vez que la rumiación psicológica ya sea porque son causa o porque se ven reforzadas por ella.
Entre ellos, podemos destacar:
- Trastorno obsesivo-compulsivo (TOC): las personas con este problema pueden experimentar un aumento en la rumiación, contribuyendo así a la gravedad de sus síntomas. La rumiación puede además manifestarse como pensamientos obsesivos recurrentes, contribuyendo de esta manera a los rituales compulsivos.
- Ansiedad: tiende a centrarse en las preocupaciones futuras, generando un ciclo constante de pensamientos catastróficos.
- Depresión: la rumiación suele enfocarse en experiencias pasadas negativas, alimentando sentimientos de culpa y desesperanza.
- Problemas de insomnio: generalmente a las personas les cuesta conciliar el sueño mientras manifiestan los pensamientos rumiativos.
- Problemas de pareja.
- Estrés laboral.
- Adicciones o problemas para regular sus impulsos: debido principalmente a la dificultad en gestionar la ansiedad que les generan este tipo de pensamientos.
- Baja autoestima: como resultado del malestar general y de los problemas anteriormente descritos.
Recomendaciones para implementar en tu día a día
Me gustaría compartir contigo unas recomendaciones muy básicas que puedes implementar en tu día a día desde este momento. Estás recomendaciones no sustituyen a la terapia psicológica pero podrán serte útil en el proceso:
- Mindfulness: ha demostrado eficacia para reducir los niveles de ansiedad y estrés. Durante la meditación nuestro pensamiento no se detiene (ten en cuenta que ni siquiera lo hace mientras duermes), sin embargo, nos ayuda a no prestarle atención.
- Deporte: el ejercicio físico es un gran aliado para combatir la rumiación, entre otras razones, te va a ayudar a liberar endorfinas y te va a exigir que te concentres en aquello que estás haciendo en el tiempo presente.
- Camina: algo tan simple como salir a caminar te va ayudar a pensar de forma más espontánea. Igual que el deporte te va a ayudar a liberar endorfinas y descargar tensiones. Si además puedes hacerlo en un entorno natural obtendrás muchos más beneficios.
- Comparte tus preocupaciones con los demás: te va a permitir tener otros puntos de vista de aquello que te preocupa.
Cómo la Terapia Puede Ayudar la Terapia Psicológica
La terapia psicológica se ha demostrado efectiva en abordar la rumiación y sus efectos asociados. Uno de los enfoques terapéuticos más utilizados es la terapia cognitivo-conductual (TCC). Este enfoque trabaja para identificar y cambiar patrones de pensamiento negativos y disfuncionales. Otro enfoque terapéutico útil es la terapia de aceptación y compromiso (ACT). Esta modalidad se centra en aceptar los pensamientos y emociones sin juzgarlos, al mismo tiempo que se trabaja para comprometerse con comportamientos que estén alineados con los valores personales.
Desde Psicología Monzó, nos centraremos en ayudar a la persona a reconocer y desafiar los pensamientos rumiativos, proporcionando estrategias para cambiar estos patrones mentales. Además, fomentaremos el desarrollo de habilidades de afrontamiento efectivas y la promoción de la atención plena para vivir en el presente.
Te ofrecemos un espacio seguro y de apoyo donde las personas pueden explorar las raíces de su rumiación, comprender sus pensamientos y emociones, y aprender estrategias prácticas para manejar este patrón de pensamiento de manera más saludable.
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