Soledad, ¿Cómo aprender a estar solo?

Afrontar el sentimiento de soledad es complicado. En ocasiones resulta un reto. El sentimiento de soledad puede aparecer en diferentes situaciones a lo largo de nuestra vida, incluso puede aparecer cuando estamos rodeados de otras personas. Es decir, la soledad es un sentimiento interno que hemos experimentado todos en algún momento de nuestras vidas.

Por ello, podemos decir que la soledad es parte de la vida. Sin embargo, cada persona la experimentamos de una forma diferente y explicamos ese sentimiento desde nuestra historia personal, única y diferente a los demás. Así mismo, tiene características comunes a todos nosotros, por ejemplo es común que cuando experimentamos soledad nos ocasiones sufrimiento. Debido al sufrimiento que conlleva es fundamental aprender a estar solo y gestionar nuestras emociones.

¿Por qué nos asusta la soledad?

El sentimiento de soledad tiene que ver con el miedo a ser abandonado, con el miedo al rechazo, con el miedo a no ser merecedor del amor del otro, etc. Es frecuente que las personas sientan miedo a la soledad cuando están experimentando un vinculo afectivo fuerte, y por eso se “defienden” des-vinculándose y poniendo distancia emocional de esa persona. También es habitual el caso contrario, cuando la persona se aferra a alguien por miedo a estar solo.

Cuando nos sentimos solos solemos conectar con emociones cómo: desamparo, desprotección, miedo, inseguridad, angustia y/o tristeza. El no poder conectar con el otro nos obliga a conectarnos con nosotros mismos, con quienes somos (con nuestros recursos y miedos) y también con nuestra sensación de vacío. En este momento, el miedo a la soledad se transforma en miedo a estar con uno mismo, a conectar con lo que hay en nuestro interior y descubrir aquellas emociones que pueden llegar a ser dolorosas.

¿Cuándo aprendemos a estar solos?

La capacidad de estar solos se aprende durante la infancia. Es decir, nuestras figuras de apego (padres o cuidadores principales) nos dan la seguridad que nos permite explorar el mundo. También nos enseñan a tolerar aquellos momentos en los que están ausentes. Por ello, el niño aprende que sus padres están disponibles aun estando ausentes, y se sienten capaces y seguros de relacionarse con otros niños y de explorar el mundo que les rodea.

¿Es cierta la afirmación “La soledad siempre nos hace sufrir”?

Algunas personas pensarán y sentirán que sí. Sin embargo, la capacidad de estar solo es algo esencial para nuestro bienestar emocional. Ya que nos permite conectar con nosotros mismos. Es decir, si somos capaces de estar solos, de conectar con nosotros mismos sintiendo bienestar, seremos capaces de conectar con los demás. Sólo desde la aceptación de la soledad, de quienes somos, de nuestros miedos y fortalezas, podemos relacionarnos de una forma real y completa con los demás. De lo contrario, la relación con el otro se puede utilizar para evitar la soledad y eso implica el riesgo a sufrir relaciones de dependencia emocional que nos pueden ocasionar mucho sufrimiento.

¿Cómo puedo aprender a estar solo y disfrutarlo?

1.       Busca actividades en solitario que te produzcan emociones positivas: puedes empezar haciendo un listado de todas aquellas actividades con las que podrías disfrutar. A veces es habitual que ninguna actividad nos resulte excesivamente atractiva…. Esto es normal, no te gusta estar solo. Pero, anota todo aquello que pueda resultarte atractivo sin filtrar.

2.       Elige de esa lista un par de actividades y ponlas en práctica: empieza por aquellas que te den menos pereza o te resulten sencillas. Busca un momento en tu rutina para dedicarles tiempo. Es habitual que al principio no disfrutes, no pasa nada, sigue practicándolas. Si cuando lleves un tiempo sigues sin disfrutar, escoge otras de la lista.

3.       Ambiente agradable: asegúrate que el momento que elijas te va a permitir estar tranquilo, sin prisas y sin tener muchas tareas pendientes.

4.       Anticipa los beneficios: antes de cambiar cualquier comportamiento, es importante que tengas claro para qué quieres hacer y por qué va a ser mejor para ti. Cada uno de nosotros tenemos nuestros propios motivos, y solo partiendo de ellos vas a tener la motivación suficiente para hacer esos cambios.

5.       Evita pensamientos distorsionados acerca de la soledad:

  •  “El tiempo es para aprovecharlo”: a veces este pensamiento nos frena ya que nos produce la sensación de “estar perdiendo el tiempo”. Sin embargo, piensa que los tiempo de descanso y disfrute son necesarios, y te van a ayudar a ser más productivo en tus obligaciones.
  • “Hacer cosas solo no significa no tener amigos”: este pensamiento nos impide disfrutar de la soledad es la creencia de que para divertirnos necesitamos tener amigos o pareja. Es decir, esto hará que cada vez que me encuentre en esta situación me acordaré de aquello que creo que me falta y me sentiré mal.
  • “Si los demás me van solo pensarán mal de mí”: muchas personas no llevan a cabo planes solos por miedo a qué pensarán los demás. Recuerda que no puedes controlar lo que piensan los otros, y estar a expensas de sus hipotéticas interpretaciones no tiene mucho sentido

Adopta estas herramientas a tus necesidades y a tu vida, te va a permitir sentir mayor libertad y conquistar espacios y tiempos vitales. Vas a sentirte independiente de los planes o decisiones de otras personas y aumentará tu autonomía. Por ello, si quieres que te ayude en este proceso contacta conmigo, te ayudaré a buscar un plan adaptado a tus necesidades y preferencias personales.

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