Las nuevas tecnologías han mejorado nuestra vida. Sin embargo, el problema surge cuando se utiliza Internet de forma perjudicial. Los jóvenes son los más vulnerables, ya que se encuentran inmersos en el proceso de formación de su personalidad adulta y, porque para los adolescentes, el terreno virtual tiene tanta realidad como las relaciones interpersonales presenciales.

La Organización Mundial de la Salud dice que una de cada cuatro personales padece algún trastorno vinculado con las nuevas tecnologías. En nuestro país, el Ministerio de Sanidad ha incluido por primera vez en el Plan Nacional de Drogas de 2018 la adicción a las nuevas tecnologías. Diferentes estudios señalan que el 18% de los jóvenes entre los 14 y los 19 años utilizan las nuevas tecnologías de forma abusiva.

Causas de la adicción a las nuevas tecnologías.

Las nuevas tecnologías representan para el joven una posibilidad de “perderse en un mundo de fantasía para huir de su día a día”. A través de las redes sociales y de Internet, los adolescentes no se muestran tal y como son en realidad, sino que muestran una imagen artificial de sí mismos, lo que denota una baja autoestima.

Además, durante la adolescencia se producen una serie de cambios a nivel físico y psicológico que lo convierten en alguien más vulnerable. Debido a esto, el joven puede buscar ciertos momentos de seguridad que le faltan dentro de sí mismo en las nuevas tecnologías. Así mismo, es importante que valoremos si la adicción a las nuevas tecnologías está causada por un problema previo. Por ejemplo, jóvenes que no tienen muchos amigos o se sienten solos pueden refugiarse en las nuevas tecnologías.

Adicción a internet: señales de alarma.

Son muchos padres los que acuden a Psicología Monzó para saber si sus hijos están enganchados a la red. Dada nuestra experiencia podemos identificar ciertas señales de alarma que te explicamos a continuación:

⇒ El joven se aísla de la familia, se encierra en sí mismo porque piensa todo el tiempo en conectarse a la red.

⇒ La rutina del adolescente cambia completamente. Su interés por conectarse a Internet se convierte en el centro de su vida. Actividades que antes practicaba pasan a un segundo plano.

⇒ Se producen alteraciones emocionales. El joven se muestra irascible y con cambios de humor.

⇒ Se muestra ansioso si no puede conectarse a Internet.

Adicción al teléfono móvil: señales de alarma.

Diferentes estudios señalan que el 46% de los niños entre 11 y 14 años tienen un teléfono móvil. Dado que el uso del teléfono móvil es algo tan natural, pocas personas son conscientes de que existe un riesgo adictivo al mismo.

En consulta encontramos a numerosos padres que acuden ya que desconocen si su hijo presenta adicción al teléfono móvil. Desde Psicología Monzó hemos detectado ciertos síntomas que podrían identificarse como señales de alarma:

⇒ El precio de la factura del teléfono aumenta considerablemente. Es fundamental que los jóvenes tengan teléfono móvil de tarjeta ya que resultara más sencillo controlar el gasto.

⇒ El adolescente no deja el teléfono móvil ni un segundo, ni siquiera cuando está en un plan grupal. Además, le cuesta concentrarse en el estudio.

⇒ El joven no se separa del teléfono ni para realizar actividades como comer, ir a clase o al baño.

⇒ El móvil se convierte en un entretenimiento constante que en un objeto para un uso práctico.

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Muchos padres, compran un móvil a sus hijos para tenerlos localizados. Sin embargo, conviene retrasar la edad de que el joven tenga su primer teléfono móvil. Hay que tener en cuenta que cuando no quieren estar localizados apagar sus teléfonos. En esos casos, solemos observar que aumenta la ansiedad de los padres.  Por ello, antes de comprar un Smartphone a tu hijo pregúntate: ¿De verdad lo necesita? Debemos educar con criterio y no ceder al chantaje juvenil de “todos mis amigos tienen un móvil”.

Cómo prevenir la adicción a las nuevas tecnologías.

¿Qué podemos hacer para prevenir la adicción a las nuevas tecnologías? Tenemos que ser conscientes de que tenemos a nuestro alcance las 24 horas del día el teléfono, ordenador, Internet, videojuegos, redes sociales, etc.

Es fundamental, limitar el tiempo de uso. Dentro de las rutinas de tu hijo, determina qué momento tiene para jugar con sus videojuegos, por ejemplo. Debes ser muy estricto a la hora de cumplir el límite que has puesto.

Asegúrate de que los videojuegos son aptos para su edad. Así como, que sean educativos y transmitan valores positivos. Cuando estén jugando, es importante que estés cerca de ellos.

Relativiza el peso que se da a las nuevas tecnologías en tu hogar. Realiza otras actividades con tus hijos: juegos de mesa, haz planes al aire libre, habla con ellos, crea recetas, etc. Educar en un ambiente más humano es importante para que los niños no lleven con las nuevas tecnologías otros vacíos personales.

Padres y profesores deben estar bien informados sobre los riesgos de las nuevas tecnologías. Así como, educar a los niños en esta misma realidad. Debemos darle un mensaje positivo y no alarmista: las nuevas tecnologías son buenas cuando se hace un buen uso de ellas. Por otro lado, es fundamental que informes a tu hijo que jamás debe quedar con un desconocido al que ha conocido a través de Internet o dar datos privados en un chat. Los padres deben saber que existen programas para limitar el acceso a determinadas páginas.

En definitiva, debes educar en la responsabilidad de dejar que tus hijos asuman tareas acorde a su edad para que sean consciente del esfuerzo que hacéis como padres para darles esas comodidades. Si quiere teléfono móvil, puedes animarle a ir ahorrando de su paga semanal para participar en la compra del mismo.

Ante cualquier posible señal de adicción a Internet es fundamental que acudas a un profesional. Nuestros psicologos especializados en adicciones en Las Rozas podrán ayudarte a tratar el problema gracias a la amplia experiencia que nos avala.